Aunque desde el 20 de diciembre el régimen sandinista viene encarcelando a más sacerdotes y seminaristas, la número dos del régimen, Rosario Murillo, se exhibió este miércoles 3 de enero como la «víctima» y aseguró que ella es cristiana y que es entre los líderes católicos críticos donde no hay «fe» y «amor al prójimo».
Murillo es conocida por insultar casi a diario a los opositores, y desde el 2018 ha sacado a relucir todo su repertorio, con expresiones como «miserias humanas», «bacterias», «puchitos» y «comejenes», sin embargo, ahora afirma no estar de acuerdo con los «discursos de odio», pese a que ella misma y Daniel Ortega impulsan entre sus partidarios el odio hacia los sacerdotes tachando a estos en muchas ocasiones de ser «hijos del demonio».
«Cristo Jesús, somos cistianos, nunca dijo destrúyanse los unos a los otros, ódiense los unos a los otros, deseen el mal los unos a los otros, ¡nunca!», aseguró Murillo este míercoles.
«Por eso insistimos en no reconocer discursos de odio, discursos de infinita crueldad, viniendo de quienes se proclaman como personas de Dios», agregó en abierta referencia a los sacerdotes de Iglesia católica.
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Sentencia que la «mala voluntad también se paga»
Actualmente están detenidos casi 20 sacerdotes y seminaristas, incluyendo los obispos Rolando Álvarez, de la diócesis de Matagalpa, e Isidoro Mora, de la diócesis de Siuna. En su discurso Murillo dio a entender que esto es resultado del supuesto mal que estos han cometido.
«Todos tenemos libre albedrio, podemos escoger los caminos por los que transitamos, caminos de bien, cariño, caminos de solidaridad o escoger caminos de crueldad, caminos de grosería, caminos de destrucción. Escogemos, caminanos y tenemos también esa ley universal, el universo nos devuelve lo que nosotros damos, nos devuelve mal si hacemos mal, es ley universal, es ley de la vida, hacemos el mal recibimos el mal», expresó.
Al respecto, aseguró que «cuando llega la hora amarga cuando recibinos la devolución, es decir, los frutos de lo que sembranos, no debemos extrañarnos».
«Porque amor como amor se paga, el bien con el bien se pagan, el odio, la crueldad, la mala voluntad también se paga», sentenció afirmando que «Dios tiene sus formas».
Dice que hace la voluntad de Dios
Aunque se declare cristiana, en realidad Rosario Murillo fue discípula del fallecido gurú indio Sathya Sai Baba, quien se autoproclamaba la «reencarnación de Dios». También es esotérica y antes de la derrota de Daniel Ortega en las elecciones de 1990 había convocado a un curioso congreso de brujos en Nicaragua.
Ahora su discurso es otro. «Siempre hemos vivido, siempre hemos pensado y vivido de acuerdo a la voluntad de Dios», dijo este 3 de enero.
«No sabemos si llegamos vivos a la noche»
Daniel Ortega es un anciano de 78 años, mientras que ella el 22 de junio que viene cumplirá 73 años. En su alocución de este mediodía, cuando se proclamaba cristiana, dijo que ella está sometida a los designios de Dios.
«No sabemos si llegamos vivos a la tarde o a la noche, todo eso en nuestra cultura familiar, tradicional, es la voluntad de Dios, si vivimos, si caminamos, si avanzamos», manifestó.
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Dice que Dios la guia
«Vamos saliendo adelante a pesar de los infernales que siguen decretando infiernos. Para ellos mismos serán», dijo en referencia a quienes critican a su dictadura.
Rosario Murillo también aseguró que ella avanza porque «estamos benedidos y guiados por la mano del Omnipontente que es el unico que puede decidir». «Nosotros hacemos lo que nos corresponde hacer en este plano de vida», agregó,
«Estoy completamente segura que Dios no dispone (de) malvados», dijo, pese a que sus críticos consideran a ella y a Ortega como seres malvados y llenos de crueldad, y ponen como prueba su responsabilidad en los más de 350 asesinatos en el marco de las protestas antigubernamentales del 2018 y los cientos de presos y torturados.
