La ola de detenciones de sacerdotes católicos en Nicaragua al finalizar el año 2023, incluyendo a otro obispo, ha desatado una condena generalizada y entre los que reprochan la brutal embestida de la dictadura sandinista José María Tojeira, portavoz de los jesuitas en Centroamérica.
El sacerdote jesuita acusó a Daniel Ortega, a Rosario Murillo y al hijo de estos, Laureano Ortega, de ser corruptos.
«Ortega un pobre hombre moribundo, Murillo una mujer enloquecida, ebria de poder, Laureano un cantor de ópera aficionado y presunto heredero del poder en Nicaragua. Los tres corruptos enriqueciéndose desde el poder. Persiguen a la Iglesia Católica mientras caminan hacia el fracaso», expresó el pasado 31 de diciembre a través de su cuenta en la red social X.
Ortega un pobre hombre moribundo, Murillo una mujer enloquecida, ebria de poder, Laureano un cantor de ópera aficionado y presunto heredero del poder en Nicaragua. Los tres corruptos enriqueciéndose desde el poder. Persiguen a la Iglesia Católica mientras caminan hacia el fracaso
— josé maría tojeira (@ChemaTojeira) December 31, 2023
Este mismo sentido, el representante de la Compañía de Jesús, de origen español pero nacionalizado salvadoreño, manifestó dos días antes que quienes atacan a la Iglesia siempre terminan derrotados.
«Golpeando a la Iglesia no hacen más que cavar su propia destrucción. Los perseguidores de la religión han terminado siempre en fracaso. Y a esta pareja de mentecatos no les irá mejor», expresó.
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Empezaron encarcelando a otro obispo
La nueva ola represiva contra los sacerdotes nicaragüenses inició el 20 de diciembre cuando la dictadura apresó al obispo de Siuna, monseñor Isidoro Mora. Luego continuaron los siguientes:
– 26 de diciembre: Monseñor Pablo Villafranca, párroco de la iglesia Nuestro Señor de Veracruz en Nindirí.
– 28 de diciembre: Monseñor Carlos Avilés, vicario de Managua; padre Héctor Treminio, párroco de la iglesia Santo Cristo de Esquipulas en Managua; sacerdote Marcos Díaz, vicario de la iglesia Santo Tomás en Corinto; y el sacerdote Fernando Calero, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima en Rancho Grande, Matagalpa
– 29 de diciembre: Monseñor Silvio Fonseca, vicario de familia de la Arquidiócesis de Managua; y los sacerdotes capitalinos padre Raul Zamora, párroco de la iglesia Jesús de la Divina Misericordia; Mykel Monterrey, párroco de Nuestra Señora de Candelaria; Miguel Mántica, de la iglesia San Francisco de Asís, y el padre Gerardo Rodríguez, de la parroquia Purísima Concepción.
– 30 de diciembre: Padre Ismael Serrano, de la iglesia San Miguel Arcángel; y Jader Hernández, párroco de la Madre del Divino Pastor.
– 31 de diciembre: Sacerdote Gustavo Sandino, de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Pantasma, Jinotega.
También hay reportes de dos seminaristas detenidos.
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Todos ellos se suman a monseñor Rolando Álvarez, detenido arbitrariamente desde el 3 de agosto de 2022 y a quien en febrero del 2023 Ortega lo condenó a 26 años de cárcel por negarse a abordar un avión rumbo al destierro en Estados Unidos junto a 222 presos políticos.
Papa Francisco pide diálogo a Ortega
Ante la grave situación en Nicaragua, el papa Francisco expresó su preocupación este lunes durante el tradicional rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.
«Sigo con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad», manifestó.
«Expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia del país mi cercanía en la oración», dijo, mientras reiteraba su posición a favor de «que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades».
