Cada vez son menos los periodistas que continúan ejerciendo la labor en el interior del país debido a los continuos ataques del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de los trabajadores de los medios de comunicación independientes. La Costa Caribe nicaragüense ha sido de las más afectadas, donde la persecución intenta extinguir a los profesionales de la prensa, advirtió este martes la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN).
«Ya casi no queda periodismo independiente en toda la región del Caribe de Nicaragua», resumió Arlen Pérez, integrante de PCIN. De acuerdo al denominado Informe de Ataques a la Libertad de Prensa y Expresión 2023, del total de 77 agresiones registradas en Nicaragua, la mayoría ocurrió en Managua (50) y en la Costa Caribe Sur (11).
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Pérez señaló que las violaciones contra el gremio en esta región coincide con todos los ataques que el régimen ha hecho a esta zona. Se trata de Regiones Autónomas caracterizadas por la pobreza, el extractivismo y la violencia contra las comunidades indígenas y afrodescendientes por parte de colonos que cuentan con la venia de la dictadura, según denuncias, y que, además, este año se preparan para elegir a sus autoridades en un proceso que desde ya es considerado viciado.
«Existen departamentos del país en los que ya no queda un solo periodista independiente haciendo noticias. De acuerdo con un estudio de PCIN, la población de periodistas era de apenas 117 al iniciar este año. La cifra es ahora menor después de la salida forzada de decenas de periodistas adicionales. Este nuevo grupo de migrantes forzados provenían de medios digitales (44), radios (9) y canales de televisión (7)», señala el informe.
De hecho, Rosario Murillo ya había amenazado a las voces independientes con la expresión «afuera digan lo que quieran», recordó Pérez.
242 periodistas exiliados
PCIN informó que la estrategia de la dictadura contra el periodismo independiente continúa siendo la «criminalización de la profesión», por lo que muchos han optado por el exilio. En 2023, otros 44 comunicadores, entre ellos, relacionistas públicos, huyeron de la represión o fueron desterrados de Nicaragua, aumentando la cifra de exiliados a 242.
Del total de 242 periodistas en el exilio, 98 son mujeres.
Ataques alcanzaron a exiliados
El año pasado se registraron 83 casos de agresiones, la mayoría en Nicaragua (77), sin embargo, también hubo agresiones contra periodistas que se encuentran en otros países: 3 en Costa Rica, dos en EEUU, y uno en Guatemala.
Los ataques a los exiliados han sido a través de las redes sociales o mediante amenazas a sus familiares en Nicaragua. «Reportaron asedio a familiares y se están mostrando preocupados por su patrimonio. (Operadores del régimen) están vigilando las casas y comienzan a preguntar de quién es, por lo que los periodistas buscan alternativas para proteger su patrimonio en el país», explicó Pérez.
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De las víctimas, 53 son hombres y 26 mujeres, así como cuatro medios de comunicación. El blanco de la dictadura fueron los medios digitales con un 73 por ciento, seguido de los medios televisivos con 15 por ciento.
Las agresiones fueron dirigidas a 46 periodistas, 12 directores de medios, seis personas del personal administrativo u operativo de medios de comunicación, así como fotógrafos, reporteros y analistas, productor de contenido y editor.
El principal agresor es el Poder Judicial, le sigue la Policía Nacional, los medios del régimen que acosan y difaman a periodistas, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) y un caso del Banco de América Central. En la mayoría están involucrados agentes del Estado.
Del total de ataques se observa el uso abusivo del poder de parte del Estado (33), amenazas o intimidación (26), procesos judiciales penales y civiles (6), detenciones arbitrarias (4), uso abusivo del poder por parte de corte no estatales (3) y en, menor medida, la desaparición forzada, los ataques en redes sociales y los discursos estigmatizantes.
PCIN también elevó la voz por el reportero Víctor Ticay, preso político de la dictadura, quien lleva nueve meses en la cárcel. La organización lamentó la escasa información que hay sobre el periodista debido a que la familia guarda silencio por temor a la represión. A Ticay no se le permitió la visita de fin de año y le retrasan la entrega de alimentos y medicinas, dijo PCIN.