Este martes el diputado sandinista Gustavo Porras fue reelegido presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua para el período legislativo 2024-2026.
La propuesta de reelección fue presentada por el jefe de la bancada del Frente Sandinista, Edwin Castro, y respaldada de manera unánime por el resto partidos, considerados por la oposición, actualmente en el exilio, como colaboracionistas del régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La historia de Edwin Castro, el actual representante legal del FSLN
Porras es presidente de la Asamblea Nacional desde el 9 de enero del 2017, tras la muerte en septiembre del 2016 de René Núñez, quien era un hombre igualmente de absoluta confianza para Ortega.
En junio del 2019 fue sancionado por Estados Unidos por su involucramiento en la brutal represión de manifestantes opositores durante las protestas antigubernamentales del 2018. En ese entonces, Estados Unidos lo catalogó de la siguiente manera: «Es el operador político más importante del presidente Ortega y ejerce un control significativo sobre el Instituto de Seguridad Social y el Ministerio de Salud con la aprobación de la vicepresidenta Rosario Murillo”.
Gustavo Porras también está sancionado por la Unión Europea.
También ejerce un fuerte control sobre los sindicatos de Nicaragua, al ser coordinador del Frente Nacional de los Trbaajadores (FNT).