Transparencia Internacional (TI) publicó un informe este 30 de enero en donde ubicó a Nicaragua xon 17 puntos en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) en 2023, “con un contexto de impunidad generalizada y ausencia total de independencia del Poder Judicial”.
En la última década sólo dos países de la región, Guyana (Puntuación en el IPC: 40) y República Dominicana (35) han mejorado sus puntuaciones.
Todos los demás se han estancado o deteriorado significativamente. Canadá (76) y Uruguay (73), que tienen un sistema más sólido de pesos y contrapesos institucionales, se ubican en la cima del ranking regional.
Venezuela (13), Haití (17) y Nicaragua (17) presentan los puntajes más bajos.
A nivel global Nicaragua también ocupó un podio entre los peores:
- Somalia 11 puntos
- Venezuela 13 puntos
- Siria 13 puntos
- Sudan del Sur 13 puntos
- Yemen 16 puntos
- Nicaragua 17 puntos
- Corea del Norte 17 puntos
- haiti 17 puntos
- Guinea Ecuatorial 17 puntos
La corrupción en América Latina consolida la criminalidad, según Transparencia Internacional
Con esta puntuación roja, Nicaragua ha empeorado significativamente puesto que ha venido descendiendo en 11 puntos menos desde 2014.
En el informe de enero de 2023, por ejemplo, Nicaragua tenía una puntuación de 19.
La puntuación de un país es el nivel percibido de corrupción en el sector público que va en una escala de 0 a 100, donde 0 significa muy corrupto y 100 significa muy limpio.
Impunidad generalizada
Según Transparencia Internacional, en América Latina y el Caribe, la falta de independencia y transparencia del Poder Judicial facilita la corrupción y la influencia indebida por parte de élites políticas y económicas.
“Por esta razón, muchos sistemas judiciales de la región no son capaces de aplicar la ley de manera eficaz e imparcial o de ejercer su función de contrapeso sobre otros poderes del Estado, lo cual es fundamental para el buen funcionamiento de la democracia”, apuntó el organismo.
Solo Venezuela es más corrupta que Nicaragua, según Transparencia Internacional
Transparencia Internacional resaltó que, en casos de cooptación extrema de jueces y fiscales por parte de las élites políticas, como se ha visto en Nicaragua (17), Guatemala (23) y El Salvador (31), el Poder Judicial se convierte en una herramienta para atacar a jueces y fiscales honestos.
“En los dos últimos países, el Poder Judicial se ha utilizado para manipular procesos electorales, poniendo en riesgo a la democracia y, en el caso de Nicaragua, se ha usado para consolidar la dictadura”, remarcó.
Ante estas medidas represivas, Transparencia Internacional sostiene que los más afectados son las personas más pobres y grupos vulnerables, como las mujeres, los pueblos indígenas, las personas afrodescendientes, las minorías sexuales y las personas migrantes. Estos grupos a menudo experimentan discriminación cuando intentan obtener justicia.