La reciente extradición del opositor Douglas Pérez Centeno y la orden de captura internacional emitida por el régimen sandinista contra el profesor Gabriel Putoy, son muestras de la indefensión en la que se encuentran los exiliados nicaragüenses en Costa Rica, señalan defensores de derechos humanos.
El nicaragüense Douglas Gamaliel Pérez Centeno fue extraditado a Nicaragua por el gobierno de Rodrigo Chaves en Costa Rica el viernes 16 de febrero de este 2024, acusado de haber cometido un sangriento asalto en Río San Juan en el 2022.
Ocho días después de la extradición de Pérez Centeno, surgió otro caso que llama mucho la atención, el profesor Gabriel Putoy, exiliado en Costa Rica, perdió su empleo y ha sido impedido de abrir y mantener abierta una cuenta en dos bancos de ese país, porque según le informaron, existe una orden de captura internacional en su contra, generada por la justicia al servicio del régimen Ortega-Murillo. Ahora teme ser deportado, a pesar que en abril de 2023 el gobierno costarricense le aprobó el refugio.
Extradición de Douglas Pérez hacia Nicaragua es un mal precedente, afirman opositores
Para el abogado Danny Ramírez-Ayerdiz, secretario ejecutivo del Centro de Asistencia Legal Interamericano de Derechos Humanos (Calidh), esta situación es alarmante y “deja en entredicho la efectividad de la figura del refugio en Costa Rica”.
“Costa Rica ha desnaturalizado la figura del refugio porque el estatuto para la protección de los refugiados establece un principio fundamental y es el de no devolución, no se puede devolver a los refugiados o los solicitantes de asilo al país del que huyeron sobre todo si prevalecen o están vigentes las circunstancias por las que huyeron del país. Costa Rica está distorsionando y haciendo inefectivo la figura del refugio”, explica el abogado.
Es preocupante
Al opositor nicaragüense Yubrank Suazo, exiliado en Estados Unidos tras su expulsión y despojo de nacionalidad, le es “preocupante” que se extradite a personas que son perseguidos políticos con procesos debidamente documentados, y teme que esa medida se pueda extender contra el profesor Gabriel Putoy, un coterráneo con quien compartió momentos en abril de 2018, así como a otros exiliados.
“Deja en vulnerabilidad a los nicaragüenses que hoy se encuentran en un exilio forzado y yo hago un llamado a las autoridades costarricenses a estudiar los casos y dar una respuesta humanitaria porque nos enfrentamos ante una situación de persecución política y no de delitos comunes como el régimen de Daniel Ortega ha querido imputar a cientos de opositores que actualmente nos encontramos en un exilio forzado”, sostiene Suazo.
“Garras” del régimen los alcanza fuera del país
En cuanto a si las “garras” del régimen de Ortega podrían alcanzar a cualquier exiliado que se encuentre en otras naciones del mundo, el abogado Danny Ramírez-Ayerdiz sostiene que desafortunadamente ya ha ocurrido desde los procesos de desnacionalización.
“Nosotros hemos señalado que los crímenes de lesa humanidad y las violaciones de derechos humanos tienen un efecto extraterritorial, ahora directo en el sentido que hay una institución del otro lado, un gobierno que le permite acciones concretas, pero siempre los crímenes de lesa humanidad y las violaciones de derechos humanos han tenido un carácter extraterritorial y esto se evidencia, por ejemplo, en las desnacionalizaciones, no solamente se queda en Nicaragua, también efectos de las violaciones de derechos humanos persiguen a la gente hasta donde estén”, explica el secretario ejecutivo de Calidh.
Ramírez-Ayerdiz resalta que existe el temor de que se sigan ordenando estas capturas o requerimientos de extradición por parte de Ortega, y agrega que esto podría provocar que los nicaragüenses en territorio costarricense salgan en “estampida de Costa Rica si el gobierno xenofóbico, autoritario y contrario a los derechos humanos de Rodrigo Chaves continúa en esto”.
“El Estado costarricense en este momento, donde debería proteger más a los nicaragüenses, lo que hace es evidenciar el desprecio histórico que ha demostrado de perenne en contra de los nicaragüenses, porque expulsiones de Costa Rica hubo toda la vida con y sin razón antes de la crisis, todos los días la Policía de migración de Costa Rica llevaba gente a la frontera y la expulsaba y ahora es peor, es un grave peligro esto”, agrega el abogado.
¿Qué hacer?
De momento, el opositor nicaragüense Yubrank Suazo recomienda a los nicaragüenses en el exilio que podrían enfrentarse a una situación similar, buscar asistencia y acompañamiento de los organismos de derechos humanos.
Por parte de la comunidad de nicaragüenses en el exilio, expresa que están estableciendo contacto con organismos internacionales para que den un acompañamiento a estos casos que son de mucha preocupación.
“Nosotros que nos encontramos en un exilio, tenemos la responsabilidad de alzar la voz tanto en la demanda y a la medida de lo posible, buscar o acompañar a las víctimas dentro de estos procesos tan complejos que estamos atravesando”, expone.
Agrega que quienes están en Estados Unidos, también pasan “situaciones complejas» y «no estamos al margen de situaciones como estas”.