El joven Carlos Bojorge, quien se encontraba en condición de desaparición forzada desde el pasado 1 de enero de este 2024, se encuentra recluido en las celdas de la cárcel “La Modelo” de Tipitapa, junto a otros cuatro jóvenes, a los que el régimen ya les fabricó delitos, denunció la mañana de este martes 5 de marzo, la abogada Martha Patricia Molina.
“El joven poeta Carlos Bojorge fue secuestrado por la Policía sandinista el 1 de enero 2024. Actualmente está en la Galería 2 alta de La Modelo. Recibe a diario tratos crueles, inhumanos o degradantes. El sistema penitenciario ha recomendado a sus familiares que lo busquen en el Instituto de Medicina Legal (IML) pero acá le muestro evidencia que está con vida y preso”, denunció la abogada en su cuenta de X.
La policía lo apresó por haber gritado “¡viva la Iglesia católica!”, portar una imagen de San Óscar Arnulfo Romero y una bandera de Nicaragua durante la procesión que se realizó a lo interno de Catedral de Managua el pasado 1 de enero.
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“Amigos de Carlos dicen que vieron cuando la Policía lo secuestró”, expuso la abogada, quien también es la autora de la investigación “Nicaragua: ¿una iglesia perseguida?” donde documenta los ataques del régimen hacia la Iglesia católica.
“Carlos manda saludos a todos sus familiares, amigos, a su iglesia y grupos laicales y pide que oren mucho por él. Urgen medidas cautelares para este joven católico”, agregó Molina.
Se desconoce el nombre de los otros detenidos
Molina explicó brevemente a Nicaragua Investiga que junto a Carlos Bojorge, se encuentran detenidos otros cuatro jóvenes, pero aún no se conocen sus nombres, lo que sí se sabe es que el régimen ya les fabricó delitos.
“Ya les están fabricando delitos, los tipos de delitos que les están imputando son: violación, pornografía y tráfico de drogas. Delitos que no cometieron”, además se les acusa de narcotráfico, detalló Martha Molina.
Toda esta situación ha tenido en sufrimiento a la familia de Bojorge, principalmente porque en su momento no sabían de su paradero, y porque hasta ahora ningún abogado privado “quiere representarlo por miedo”.
“Un grupo de amigos de él hemos buscado abogado y nada”, explicó Molina.
“Carlos está mal y pidiendo oración, porque él es de los grupos laicales y de las comunidades de base, es un católico muy comprometido”, resaltó la abogada.