El régimen Ortega-Murillo señala al gobierno panameño de violar convenciones internaciones al no otorgarle el salvoconducto al expresidente Ricardo Martinelli, asilado en la embajada nicaragüense desde el pasado 7 de febrero.
“No reconocer el asilo y negar el salvoconducto, constituye una violación a las Convenciones sobre Asilo… que establece claramente que el Gobierno del Estado que otorga el asilo, podrá exigir que el asilado sea puesto fuera del territorio nacional dentro del más breve plazo posible”, se lee en una carta enviada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua a la Cancillería panameña, con fecha del lunes 18 de marzo.
La misiva fue dirigida en respuesta a una anterior carta que la Cancillería de Panamá había enviado a Nicaragua el pasado 14 de marzo, en la que se quejaban de que Martinelli utilizaba la sede diplomática con fines político-partidistas.
En la carta enviada recientemente por la Cancillería de Nicaragua al gobierno panameño, el régimen Ortega-Murillo reitera que extendió el asilo a Martinelli por considerarse perseguido por razones políticas y encontrarse en riesgo inminente su vida, integridad física y seguridad.
Ricardo Martinelli se atrincheró en la embajada de Nicaragua hasta con su perro Bruno
El régimen recordó a Panamá que el asilo político “debe ser respetado como un derecho humanitario, de acuerdo con las convenciones que lo regulan”.
“El otorgamiento del asilo al señor Ricardo Alberto Martinelli Berrocal es un asunto meramente humanitario y es consecuente con el derecho internacional en esta materia”, se lee en la carta publicada por los medios de comunicación panameños.
Tensas comunicaciones
Ricardo Martinelli cumplió, el pasado 7 de marzo, un mes de haberse atrincherado en las sede de la embajada de Nicaragua en Panamá y desde entonces ha habido comunicación diplomática constante entre ambos países.
Por un lado, el régimen Ortega-Murillo defiende al expresidente panameño, condenado en su país a 10 años y seis meses de prisión por lavado de dinero en el caso conocido como “New Business”.
Lo que ha suscitado la respuesta de Panamá que ha exigido a Nicaragua que impida a Martinelli intervenir en política desde la embajada.
Panamá no contribuye a «relaciones amistosas»
Otra de las situaciones que ha generado roces entre Panamá y Nicaragua es porque el régimen extendió la sede diplomática a una propiedad contigua de donde está alojado Ricardo Martinelli.
Panamá no reconoce la ampliación de la sede diplomática y esto originó que el régimen de Nicaragua le reprochara su falta de compromiso con el mantenimiento de unas buenas relaciones de amistad, en una nota diplomática fechada el pasado 14 de marzo.
“Nicaragua solamente ha efectuado una ampliación de sus instalaciones diplomáticas y consulares, proporcional a los servicios que presta, para atender a nuestros connacionales dignamente”, se lee en la carta enviada por el régimen al Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá.
El régimen considera que el contenido de la nota de Cancillería panameña “no contribuye a las buenas relaciones de amistad entre ambos países, ni responde a la reciprocidad en el buen trato, acogida y facilidades brindadas a la República de Panamá en Nicaragua”.