El exmagistrado Rafael Solís y el exprisionero político Félix Maradiaga tienen una cosa en común: ambos fueron desnacionalizados por el régimen y declarados traidores de la patria. Pero sus diferencias saltaron a la luz pública este 31 de mayo, cuando el politólogo revivió un antiguo tuit de su cuenta de X en el contexto de unas controversiales declaraciones que ofreció el exfuncionario a 100% Noticias, en las que proponía la vía armada como salida a la crisis sociopolítica de Nicaragua ante la intransigencia de Daniel Ortega de negociar.
«La violencia es el lenguaje de los brutos», dice el contundente post de Maradiaga.
Luego, el activista político dedicó otra publicación a Solís sin mencionar su nombre directamente.
«Los métodos violentos utilizados para derrocar a Somoza no solo dejaron cicatrices profundas en la sociedad nicaragüense, sino que también establecieron un precedente peligroso de que el poder se obtiene y se mantiene mediante la fuerza bruta», reflexionó.
La violencia es el lenguaje de los brutos.
— Félix Maradiaga (@maradiaga) July 21, 2014
Para el exaspirante a la presidencia del país «las armas pueden derrocar a un dictador, pero no pueden crear las instituciones democráticas que son necesarias para una sociedad justa y libre», además destaca que «las transiciones de poder mediante la fuerza armada tienden a consolidar una cultura de autoritarismo y desconfianza, donde el poder se concentra en manos de unos pocos, y los derechos de la ciudadanía son sacrificados en nombre del nuevo proyecto».
Por eso Maradiaga asegura que la salida no es armada, sino «con una nueva cultura política enfocada en el fortalecimiento de instituciones que representen y protejan a todos los ciudadanos».
Solís: «El nica no es cobarde»
«A nadie le gusta estar matando gente en cantidades así que puede ser que ellos mismos les digan (los militares), mire comandante, mire doña Rosario, busquemos como resolver esto», expresó Rafael Solís a la periodista Lucía Pineda Ubau en su programa de entrevistas.
Solís también recordó que la única vez que se derrocó una dictadura por la vía pacífica en Nicaragua fue en las elecciones de 1990 cuando ganó el poder Violeta Barrios de Chamorro contra el mismo Daniel Ortega.
«La puerta de Ortega está cerrada y no veo que se vayan a producir situaciones que permitan abrir esa puerta para un mínimo de negociación», indicó el magistrado en relación a su incredulidad sobre la efectividad de la presión internacional.
Solís dijo que a Ortega lo apoya solo el 20% de la población, pero que de estos el 50% están armados.
«Es la realidad y a la gente no le gusta oirla, la gente cree que con solo un levantamiento ellos se van a ir, no, con un levantamiento lo que van a hacer es masacrar», indicó.