El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, caracterizado por su oportunismo y contradicciones, volvió a exhibir su cinismo al enviar una carta de saludos al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva por su estado delicado de salud, tras una operación de emergencia a la que fue sometido este lunes 9 de diciembre de 2024.
Este gesto ocurre apenas meses después de que Nicaragua rompiera relaciones diplomáticas con Brasil, una crisis agravada posteriormente por tensiones derivadas del veto de Lula a la entrada de Nicaragua en los BRICS.
“Desde Nicaragua Bendita y Siempre Libre te saludamos en estos momentos delicados, deseando tu más pronta recuperación, desde nuestros Lazos Históricos de Hermandad y Solidaridad Nuestramericana y Caribeña”, expresa la carta firmada por ambos dictadores.
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En julio de 2024, Ortega decidió cortar los lazos diplomáticos con Brasil tras la ausencia del embajador brasileño en un acto oficial del régimen a quien posteriormente expulsó del país, provocando la reciprocidad inmediata de Lula, quien también sacó a la representante nicaragüense en Brasil.
Estos conflictos, sumados a la postura crítica de Lula sobre las violaciones de derechos humanos en Nicaragua y la intervención fallida de Brasil para liberar al obispo Rolando Álvarez, marcaron el deterioro de una relación ya tensa.
La negativa de Lula a permitir el ingreso de Nicaragua a los BRICS, una prioridad para Ortega, evidenció las limitaciones del régimen en el escenario internacional.
Nicaragua había promovido su candidatura como parte de su estrategia para esquivar sanciones internacionales, pero Brasil, alegando criterios objetivos y no políticos, bloqueó la solicitud de Nicaragua y Venezuela.
La carta enviada recientemente por Ortega a Lula contrasta fuertemente con este historial de confrontaciones, dejando entrever un intento de lavado de imagen y oportunismo diplomático.
El régimen, aislado internacionalmente, parece buscar rehacer puentes en medio de un creciente desprestigio internacional. Esto no solo pone de manifiesto la falta de coherencia en la política exterior nicaragüense, sino que refuerza las críticas hacia el autoritarismo oportunista de Ortega y Murillo.
El estado de salud de Lula
Lula da Silva, fue sometido a una cirugía de emergencia para tratar una hemorragia craneal. Según los médicos, la afección estaría vinculada a una caída sufrida en octubre en su residencia.
El hospital que lo atiende informó sobre el procedimiento en un comunicado emitido este martes.
Según la información del centro hospitalario, el presidente brasileño ingresó el lunes por la noche tras experimentar fuertes dolores de cabeza. El mandatario se encuentra en el hospital recuperándose de la intervención.