El dictador Daniel Ortega dejó su silencio tras el ascenso al poder del Presidente de Estados Unidos Donald Trump y acusó al país norteamericano de ser el Ku Klux Klan.
Ku Klux Klan es como se conoce a las organizaciones supremacistas blancas en Estados Unidos y que comparten una ideología racista y anti immigrantes a base de estrategias violentas y hasta terroristas.
Durante la Cumbre Extraordinaria para los Pueblos de América ALBA, Ortega ofreció un discurso en el que dijo que «el Ku Klux Klan está en Washington», y aseguró que «hay momentos en que ahorca, asesina públicamente sin asco y otras veces el Ku Klux Klan se hace como que es santito, como que es muy democrático».
A pesar de desterrar a sus propios ciudadanos y desnacionalizarlos, así como impedirles el acceso a otros, Ortega cuestionó las medidas migratorias impulsadas por Trump asegurando que «los pueblos están siendo atropellados por la forma en que están tratando a los emigrante que tenían años de estar asentados en Estados Unidos y los están tratando como delincuentes».
Contradicciones públicas
Ortega dice que Estados Unidos acusa a estos migrantes de ser narcotraficantes «sin ninguna prueba, sin ningún juicio, sin ninguna sentencia, simplemente los descalifican de la manera más brutal, y a sacarlos a patadas», algo que se parece mucho a lo que él ha hecho con cientos de nicaragüenses, según múltiples denuncias.
El dictador expresó su «solidaridad» con los migrantes expulsados y aseguró que llegará el día que esa tendencia anti inmigratoria desaparezca y reconozcan los aportes económicos de los migrantes.
Aunque él también debería de preocuparse, recientemente el Banco Central informó que las remesas superó los 5,200 millones de dólares, representando cerca del 30% del Producto Interno Bruto, es decir, los nicas migrantes, principalmente radicados en Estados Unidos sostienen en buena parte la economía nacional.
Ortega advertido
Hace tan solo unos días Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Estados Unidos para América Latina declaró que están analizando seriamente los mecanismos para expulsar a Nicaragua del Dr-CAFTA.
Eso supondría un duro revés para la dictadura que sostiene su sistema prebendario a base de la estabilidad económica que en gran medida se debe a ese acuerdo, haciendo de Estados unidos, por mucho, el principal socio comercial de Nicaragua.