Mientras mantiene en desaparición forzada a periodistas, activistas de derechos humanos y laicos de la Iglesia católica, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo anunció que a partir de este sábado, 1 de noviembre, dejará en libertad a 1.000 presos comunes de las cárceles nicaragüenses.
La codictadora, en su acostumbrado mensaje diario por los canales sandinistas, dijo este 27 de octubre que la medida les permitirá pasar al sistema de conviviencia familiar junto a sus seres queridos.
«Pasan a la convivencia familiar y a una nueva oportunidad para forjar nuevas vidas, siempre con esperanza, y siempre con fe, y siempre con la fortaleza que Dios nos da para creer. Porque creemos que el ser humano puede haber cometido un error, pero tiene derecho a oportunidades», aseguró Murillo sobre estos beneficios.
Se producirá el día que la Iglesia católica, a la que la dictadura persigue, expropia y confisca bienes, celebra en su calendario litúrgico el Día de Todos los Santos.
Liberación masiva y sin control de reos comunes inyecta más delincuentes a las calles
Presos comunes irán a sus casas
De ello se valió Murillo para hacer el anuncio sobre la decisión de excarcelar a estos prisioneros, de los que no dio más detalles como los delitos que cometieron para estar bajo el sistema penitenciario del país, señalado de cometer crímenes de lesa humanidad contra la disidencia política nicaragüense por instancias internacionales como el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de la Organización de Naciones Unidas.
La codictadora solo detalló que estos 1.000 presos estarán al lado de sus familias en Tipitapa, Granada, Matagalpa, León, Juigalpa, Estelí, Chinandega y Bluefields. Destacó que se beneficiarán 52 familias en Bluefields, otras 57 en Chinandega, 58 en Estelí, 62 en Juigalpa, 73 en León, 111 en Matagalpa, 141 en Granada, y 446 en Tipitapa.
De acuerdo con cifras de medios independientes, con estas nuevas excarcelaciones ascenderán a 8.400 los beneficiados en lo que va de año por parte de la dictadura.
Además de la cárcel de La Modelo, en Managua, los beneficios se entregarán en otros siete centros penitenciarios a lo largo del país.
Una práctica de casi una década
Las excarcelaciones de presos comunes ha sido una política de la dictadura en los últimos 8 años, sobre todo en fechas conmemorativas. Esto pese a la crítica de organizaciones defensoras de derechos humanos que cuestionan tal política porque en algunos casos hay reincidencia y se trata de hombres acusados de violencia de género.
De acuerdo con un recuento de las notas de prensa del medio oficialista El 19 Digital, del 2018 a la fecha las liberaciones de reos comunes alcanza las 40,384 personas, de los cuales más de 6,000 recibieron el beneficio entre abril y septiembre de 2024.
Para los defensores de garantías fundamentales esta práctica refuerza la impunidad y falta de justicia que existe en el país para condenar los actos y crímenes violentos, mientras que el régimen mantiene una fuerte persecución política y represión contra sus disidentes.
“En Nicaragua aún existen más de 100 personas presas políticas que están injustamente encarceladas con juicios arbitrarios; mientras que se liberan a quienes han cometido delitos que van desde el orden sexual hasta crímenes contra la vida y la dignidad humana”, lamentó Braulio Abarca, defensor de Derechos Humanos del Colectivo Nunca Más el pasado septiembre a Nicaragua Investiga.
Periodista Nicaragua Investiga



































