El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, denunció este domingo a las dictaduras por engañar a la gente y pretender mantenerse en el poder como una dinastía.
Desde su exilio en Miami, en la iglesia Santa Aghata, el prelado recriminó a los regímenes autoritarios a los que comparó con el Evangelio dominical: «La dictadura quiere engañarnos vendiéndonos soluciones económicas falsas y presentándose como los únicos capaces de representar al pueblo y sacarlo de la pobreza, no nos dejemos engañar, no vayan tras ellos nos dice Jesús», dijo Báez en la homilía.
Aunque en sus mensajes no nombra al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el obispo suele hablar de las dictaduras en Latinoamérica y con mensajes indirectos a lo que sucede en Nicaragua, en especial con estas palabras ante lo que siempre repite el régimen de que trabaja por erradicar la pobreza en el país.
Sobre las críticas a estos sistemas avanzó en buena parte de su discurso dominical: «Su táctica oscura es acumular más poder, control sobre la gente para enriquecerse ellos, desmantelar cada vez más la democracia para hacer de sus caprichos la ley y asegurar un poder autoritario y dinástico que les asegure su permanencia en el poder y la supervivencia del sistema. No vayan tras ellos, no vayan tras ellos es el consejo de Jesús. No los sigamos», reiteró Báez.
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La Iglesia es perseguida, pero no tengan miedo
También habló de la persecución a la Iglesia a la que buscan doblegar, vilipendiar, amenazar y atacar con discursos de odio y violencia.
«En una historia dominada por la arrogancia y la violencia, la Iglesia es la comunidad de Jesús, que está al lado de los pobres y las víctimas dando testimonio de la misericordia y la justicia. Y por eso la Iglesia es calumniada, perseguida y odiada. Jesús lo advirtió a sus discípulos ya en el Evangelio», adivirtió el obispo.
Pidió que cuando esto suceda dar testimonio como lo dice la Biblia en el pasaje del domingo.
«Cuando la Iglesia es perseguida no hay que desanimarse ni caer en la resignación, hoy Jesús nos dice que estas cosas les sucederán a ustedes para que den testimonios de mí. La persecución es la hora de ser testigos humildes de Dios, pero valientes, confiados en la presencia del señor que nos sostiene».
Obispo en el exilio
Báez se encuentra en el exilio desde el año 2019 cuando salió de Nicaragua por las amenazas en su contra de Murillo y Ortega, de quienes por lo general recibe ataques en discursos públicos. En 2018, en plenas protestas sociales, los codictadores lo denunciaron por supuestamente llamar a un golpe de Estado. Debió abandonar el país por las amenazas de muerte en su contra.
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Como él otros obispos también dejaron el país y en el caso de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, estuvo en prisión más de 500 días hasta que El Vaticano medió para su liberación, que vino acompañada de su expulsión del país y retiro de su nacionalidad. Actualmente se encuentra en Roma, Italia, donde la semana pasada sostuvo una audiencia con el papa León XIV de la que no se dieron detalles.
El obispo recordó que ante la persecución, Jesús no quiere una Iglesia callada sino serena que sea capaz de hablar con sabiduría.
«En el momento de la persecución Jesús no invita al silencio, no quiere una Iglesia callada, sino una Iglesia que hable con sabiduría, que sepa decir la palabra de la verdad con mansedumbre, pero con claridad y valentía. Para la Iglesia la alternativa no es hablar o callar, es hablar ideológicamente o inspirada por Jesús. Será una palabra serena, clara y valiente y siempre más fuerte y convincente que los discursos de odio y las amenazas violentas de sus adversarios», recalcó.
Periodista Nicaragua Investiga
