La Cancillería colombiana se desdijo en pocas horas ante el escándalo por la presencia del prófugo Carlos Ramón González, prófugo de la justicia de ese país que participó en una fiesta vallenata celebrada en el Teatro Rubén Darío de Nicaragua, en la que tuvo participación la embajada del país suramericano.
En principio, el Ministerio de Relaciones Exteriores del vecino país negó ser partícipe de la organización del evento en el que González estuvo, según lo reveló la emisora colombiana W Radio.
Ante el hecho, emitieron un primer comunicado en el que aseguraron que fue una “actividad cultural abierta al público y con entrada libre, cuyo objetivo fue promover una de las expresiones musicales más representativas del patrimonio cultural colombiano”, por lo que se deslindaron de cualquier responsabilidad por la organización.
Sin embargo, de nuevo W Radio echó al traste esta versión con documentos que comprueban cómo el encargado de negocios de la embajada en Nicaragua, Óscar Iván Muñoz, sí fue partícipe y uno de los organizaciones, en conjunto con el régimen sandinista, para celebrar el evento.
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Tras esta nueva versión, a la Cancillería colombiana no le quedó que echar atrás su primer comunicado para anunciar el inicio de una investigación disciplinaria a los miembros de su delegación diplomática en el país centroamericano.
«Se ha instruido, a la Oficina de Control Disciplinario Interno asumir de manera inmediata, la apertura de una investigación disciplinaria a fin de establecer las posibles responsabilidades del Encargado de Negocios a.i. y/o demás funcionarios de la Embajada de Colombia en Nicaragua», dice el nuevo texto que se difundió este miércoles 17 de diciembre.
Quién es Carlos Ramón González
González era uno de los hombres de mayor confianza del presidente colombiano Gustavo Petro, con quien compartió en la guerrilla del M-19 en sus tiempos de juventud. Estuvo al frente del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) y la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI).
Cayó en desgracia cuando se comprobó que giró recursos públicos de la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos y Desastres para sobornar a congresistas colombianos con el fin de apoyar las iniciativas legislativas de Petro. Huyó a Nicaragua en 2024, donde los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo le concedieron asilo político en septiembre del año pasado.
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Ante la presencia del exfuncionario en la fiesta, celebrada en Managua el pasado 11 de diciembre, la Procuraduría General de Colombia inició una investigación. En una declaración que recogieron medios colombianos y agencias internacionales, el procurador Gregorio Eljach anunció que la investigación recaerá desde funcionarios de la Cancillería en suelo nicaragüense, por permitir que Carlos Ramón González, estuviera en esa parranda vallenata.
Frente a la responsabilidad de la embajada en esa fiesta, Exteriores de Colombia aseguró este miércoles que «se informará a la Procuraduría General de la Nación, la disposición de este Ministerio, para que dicho ente de control en el marco de sus competencias, asuma la investigación preferente, poniendo a disposición sin ninguna reserva los datos, información y elementos probatorios en poder de este Ministerio».
Periodista Nicaragua Investiga



































