El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin Sullivan, declaró este jueves que «la democracia más antigua del mundo ha sobrevivido otra prueba difícil demostrando su poder perdurable y resiliencia», en referencia a los disturbios ocurridos en el Congreso estadounidense el pasado 6 de enero, cuando un grupo de simpatizantes de Donald Trump ingresó abruptamente al edificio en protesta por la certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
«Las instituciones democráticas de los Estados Unidos ejercieron sus funciones Constitucionales exitosamente a pesar del intento de manifestantes violentos de interferir con su vital labor» sostuvo Sullivan. Lo que acontece en Estados Unidos ha sido calificado como un hecho «inusual» por el exdiplomático Mauricio Díaz, pero asegura que se prevía ya que desde hace un tiempo sectores radicales venían «agitando las aguas».
Seguidores de Trump asaltan el Congreso de los Estados Unidos
«Lo que aconteció en Washington es una de las tragedias más tristes en la historia de los Estados Unidos» y considera que parte de las intenciones de Trump fue poner a prueba el sistema político estadounidense y demostrar que tiene un respaldo importante. Sin embargo, «el golpe» como lo han calificado algunos, no tuvo efecto y se habla incluso de la posibilidad de destitución del actual mandatario, aunque ese » es un asunto que los norteamericanos deben resolver» sostiene Díaz.
Punto a la democracia
El embajador estadounidense destacó que «a pesar de sus imperfecciones y problemas periódicos, la democracia representativa sigue siendo, por amplio margen, la mejor forma de defender los derechos fundamentales de la gente, promover la paz y avanzar el bien común». Díaz coincide en que aunque esta se trate de una situación anómala, al final se impondrá la institucionalidad.
Para Violeta Granera, miembro del consejo político de la Unidad Nacional Azul y Blanco «esta situación demuestra que siempre hay amenazas para la democracia en cualquier país del mundo, nunca son perfectas, siempre se debe estar alerta y trabajar por preservarlas o restaurarlas, como es el caso de Nicaragua».
El exdiplomático también cuestiona que mientras allá «se ve una crisis superada o que la van a superar» por parte del «sistema democrático más viejo del planeta», acá en Nicaragua «hemos caído en el polo opuesto, aquí no hay ninguna independencia en los poderes del Estado y todo está concentrado en una pareja».
La situación de ambos países muestra diferentes ejes políticos. Mientras en Estados Unidos varios diplomáticos se rehusaron a seguir las presiones establecidas por Trump sobre desconocer la certificación de Biden como presidente electo y expresaron públicamente su compromiso con la democracia, en Nicaragua cada ministro y miembro dentro de las instituciones estatales responde directamente a las orientaciones del gobierno actual.
«Socialistas vs. imperialistas»
Tras los acontecimientos dentro del Capitolio, la vicepresidenta Rosario Murillo lamentó la «exhibición cruel y grotesca» y sostuvo públicamente que el hecho fue una consecuencia de la arrogancia, el racismo y supremacismo de Estados Unidos.
Ortega critica sistema electoral de los Estados Unidos
«Lo que el planeta entero vio es la violación de la ley, del respeto al principio, o a los principios democráticos que tanto se ufanan los Estados Unidos pregonar… La hipocresía reina en algunas esferas, en altas esferas, confirmamos cómo reina la hipocresía, de cómo los propios hermanos del pueblo norteamericano se avergonzaban de esa exhibición de violencia» declaró la vicepresidenta.
Díaz criticó la celebración que hicieron algunos «dictadores», en referencia a los comentarios emitidos por Putin, Maduro y Murillo. «Están celebrando que hay una crisis, como si eso nos sirviera a los nicaragüenses» y considera que los hechos serán utilizados como una estrategia política por «el club de los socialistas del siglo XXI».
«Hay un objetivo viejo, que era el de Chávez desde que llegó al poder, que era transformar la correlación de fuerzas en el continente, ir sumando países aliados para derrotar al imperialismo» y con ironía comparte que «ahora resulta que es mejor la democracia nica —o la dictadura— que la democracia norteamericana, es lógico que lo digan aquí porque ellos tienen que defender el desastre que han convertido a Nicaragua, en una finca privada».
Granera destaca que «contrario a la idea de que esto pueda favorecer a la dictadura de Ortega» esto podría sensibilizar más a los congresistas y al pueblo estadounidense «sobre lo que significa la dictadura de Ortega para los nicaragüenses, ver de cerca una situación que nosotros estamos viviendo desde hace años favorece esta empatía y debe reforzar el compromiso de acompañar a nuestro pueblo en la lucha por democratizar nuestro país».
De igual forma, el embajador estadounidense aseguró que, tras confirmarse la elección de Joseph Biden como presidente y Kamala Harris como vicepresidenta, el país «continuará colaborando con los amigos de la libertad alrededor del mundo».
Se espera que Biden y Harris asuman sus cargos el próximo 20 de enero, hasta entonces prevalece un ambiente de inseguridad en Estados Unidos sobre las acciones que tomará Trump, quien continúa rehusándose en reconocer la legitimidad de las elecciones e insiste en que hubo fraude electoral.
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