Este lunes 10 de enero Daniel Ortega tomará posesión para un nuevo periodo presidencial en medio de fuertes críticas y un latente rechazo de parte de la comunidad internacional. El polémico mandatario oficializará su estancia en el poder más aislado que nunca, solo con sus aliados ideológicos acompañándolo durante el acto de su consolidación en la silla presidencial.
En los últimos días diversas democracias del mundo se han pronunciado en rechazo a Ortega y han descartado enviar representaciones de sus países para asistir al acto de toma de posesión que se lleva a cabo este lunes en Nicaragua.
Estos son los países que estarán en la toma de posesión de Ortega
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, es uno de los diplomáticos que desde tempranas horas de esta mañana ha reiterado sus críticas a la administración del caudillo sandinista.
“He reiterado a los familiares de los presos políticos en Nicaragua nuestro rechazo a la violación de los derechos humanos en el país. España exige su puesta en libertad y lidera una política activa de denuncia y condena de la situación en el seno de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y el Consejo de las Naciones Unidas” escribió Albares.
Laura Chinchilla, ex presidenta de Costa Rica, también expresó su rechazo. «Hoy el dictador pone la banda al dictador. De espaldas a un pueblo que no le votó, aislado del mundo que no reconoce su elección, bajo un legado de horror y dolor. Hoy Daniel escribe su propio epitafio creyendo que es su inauguración» escribió en Twitter.
Hoy el dictador pone la banda al dictador. De espaldas a un pueblo que no le votó, aislado del mundo que no reconoce su elección, bajo un legado de horror y dolor.
Hoy Daniel escribe su propio epitafio creyendo que es su inauguración.#SOSNicaragua pic.twitter.com/suqHzsEkTP
— Laura Chinchilla M. (@Laura_Ch) January 10, 2022
Por su parte, Canadá llamó al régimen de Ortega a «revertir su curso destructivo y buscar una solución pacífica y democrática a la crisis actual». «Durante los últimos 4 años, el régimen de Ortega ha desmantelado las instituciones democráticas en Nicaragua. Ha manipulado el proceso electoral para aferrarse al poder arrestando y deteniendo a opositores políticos, reprimiendo a los medios independientes y obligando a exiliarse a periodistas y líderes de la sociedad civil. Como resultado, las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua carecieron de legitimidad democrática al igual que la toma de posesión que se lleva a cabo hoy» dicta la declaración oficial.
Asimismo, celebró las sanciones emitidas esta mañana por la Unión Europea y Estados Unidos contra 12 funcionarios sandinistas. «Canadá da la bienvenida a las acciones decisivas tomadas por sus socios internacionales y continuará trabajando con ellos para obtener apoyo y ejercer presión sobre el régimen para restaurar la democracia y respetar los derechos humanos».
CIDH expresa preocupación por cuarto mandato de Ortega
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también expresó preocupación ya que «el acto de posesión del Ejecutivo, por cuarto mandato consecutivo, ocurre en un contexto de represión, corrupción, fraude electoral, impunidad estructural y más de 160 personas opositoras que permanecen detenidas arbitrariamente».
Pedro Vaca, Relator Especial de la CIDH, compartió que «la toma de posesión de Ortega en Nicaragua es una ceremonia que pretende validar un mandato forzado a través de la violencia, la represión, la cárcel, el exilio y el miedo». Asimismo, el Relator para la Libertad de Expresión, criticó que «la tolerancia a la censura es la nota común de la escasa comunidad internacional que les acompaña».
Más países se distancian
Argentina tenía previsto enviar una delegación a Managua este lunes, sin embargo, tras las presiones surgidas en redes sociales de ciudadanos y diplomáticos que instaban a las diferentes administraciones a no formar parte de una reelección consolidada a través de unas elecciones vistas como una “pantomima”, esta fue cancelada.
Argentina dio marcha atrás y negó que estuviese enviando a una representación que asistiera a la toma de posesión de Ortega, a solo días antes de que se celebrara el acto oficial.
Rosario Murillo, quien también se reelige en la vicepresidencia, había celebrado días antes que Argentina estaría presente en la toma de posesión.
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