El pasado 18 de mayo agentes de la Policía Nacional arrestaron a Marlon Gerardo Sáenz Cruz, conocido popularmente como Chino Enoc. Irónicamente mientras él sufría las primeras horas de encierro y aislamiento en una celda de castigo, su líder Daniel Ortega celebraba el 127 aniversario del natalicio de Augusto Sandino, esa mítica figura antiestadounidense en la que un jovencísimo Chino Enoc se inspiró para empuñar las armas contra la dictadura somocista en los años 70 del siglo paso.
Chino Enoc es un hombre de 62 años, con problemas de salud y defensor a ultranza de todo lo que ha hecho Daniel Ortega para preservar el poder, incluyendo el encarcelamiento de aspirantes presidenciales, empresarios, periodistas y activistas opositores. Irónicamente, tiene más de un mes encerrado en El Chipote, el mismo lugar en el que llevan más de un año sufriendo todo tipo de vejámenes aquellos al que él tanto atacaba por ser de la «derecha».
De acuerdo a un reporte del diario La Prensa, en su celda Saenz pega gritos, se niega a comer y aparentemente se encuentra enfermo. «El hombre pega gritos, pero gritos de verdad. Parece que está muy enfermo. Se le preguntó a los custodios que qué le pasaba y ellos respondieron: es que no quiere comer, no se quiere tomar las medicinas tampoco. Parece que el inició como una huelga de hambre», manifestó una fuente a La Prensa.
De somocistas y antisandinistas a aliados de Ortega y Murillo
En manos de reconocidos jueces
Fue acusado por el supuesto delito de transporte de drogas y tenencia ilegal de armas. La audiencia preliminar e inicial estuvo a cargo de la Jueza Nalia Úbeda, titular del Juzgado Quinto Distrito Penal de Audiencia de Managua, quien ha estado involucrada en varios casos contra presos políticos, como Yubrank Suazo y Benjamín Gutiérrez Collado. En el caso de Chino Enoc, la jueza determinó que, supuestamente, existen todas las pruebas para enviarlo a juicio junto al otro acusado, Franklin Salgado.
El juicio oral y público se llevará a cabo en el Juzgado Cuarto Distrito Penal de Juicio de Managua, cuyo titular es Ángel Jeancarlos Fernández González, considerado por opositores y por eurodiputados como uno de los verdugos de los presos políticos, al ser responsable de dictar largas condenas de cárcel a presos políticos como los empresarios Michael Healy y Álvaro Vargas. El juez aún no ha programado la fecha de inicio del juicio.
Represor confeso
El polémico exguerrillero confesó haber participado en el 2018 en la sangrienta operación limpieza perpetrada por la Policía Nacional y grupos de civiles afines al FSLN contra manifestantes opositores.
“No nos dejamos utilizar, fuimos conscientes, porque nosotros pasamos casi tres meses diciéndolo: ‘Comandante…’ – Vaya mire mis videos, vaya mire los videos de un montón de compañeros-, ‘Comandante, denos la orden y los descachimbamos’. Nosotros mismos se lo pedimos, no nos utilizaron”, admitió en una entrevista con La Prensa en abril pasado.
Una fuerte advertencia a Rosario Murillo
Aunque decía ser leal a Daniel Ortega, cosa diferente era con la esposa de este, Rosario Murillo, y muchos de los encumbrados dirigentes del partido y funcionarios del gobierno.
En sus redes sociales Marlon Sáenz tenía varios años de lanzar fuertes críticas a Rosario Murillo, a la que responsabilizaba de los problemas que venía enfrentando el FSLN. La acusada de haber favorecido una camarilla de allegados, considerados por él “chayistas” y “sandinistas light”.
Antes de su arresto, había hecho denuncias públicas contra sus mismos compañeros sandinistas, y uno de las últimas fue el 7 de abril cuando afirmó que si lo mataban sería algo organizado desde el gobierno. En esa ocasión también aseguró que temía que le pusieran droga, un delito que efectivamente un mes después le están achacando.
“Dense cuenta que si me matan viene del gobierno nuestro, para su conocimiento. No tengo miedo, tengo miedo por mi familia, pero viene del gobierno nuestro y sé porqué se los digo”, aseguró.
Algunas de las palabras más fuertes de Chino Enoc contra Rosario Murillo las dijo en diciembre del 2021. “Hay compañeros que quieren que muera Daniel, militantes históricos, porque sin Daniel, la Rosario no nos para, la Rosario Murillo está ahí y no le hemos caído encima por el respeto que le tenemos a Daniel y esa es una verdad”, advertía.
JS encumbrados en lo más alto del poder dentro del régimen Ortega-Murillo
Acusaba de «corrupta» a la administración Ortega-Murillo
El Chino Enoc criticaba el «relevo» partidario organizado por Rosario Murillo, ya aseguraba que esa juventud no tenía formación sandinista.
En sus transmisiones en Facebook Live, Saenz, que también es abogado, hablaba de los graves problemas de corrupción en el gobierno y criticaba el que muchos de la élite sandinista eran peor que las administraciones pasadas.
“Aquí hay gente que tiene 40 años, que sus padres les enseñaron a ser sandinistas, son más jóvenes que uno, pero el problema es que doña Rosario con el secretismo queriendo quedar bien con Dios y con el diablo para ser alabada ella, ha eliminado los principios del sandinismo. El sistema que ha instaurado Rosario y su pandilla, es un sistema donde prevalece el despotismo, el nepotismo, la corrupción y la pérdida de los principios; es por eso que Rosario se limpia el cud# con los estatutos, es por eso que Rosario ha hecho aparte los estatutos”, aseguraba en marzo pasado.
“La corrupción de Arnoldo (Alemán) es ve%&# con la corrupción que tenemos nosotros. Está institucionalizada, está en todas partes, no hay un sólo proyecto que no sea por coimas. A los jóvenes no quieren dárselo, a los viejos se nos prohíbe y por eso no hablés de estatutos, no hablés del himno, no hablés de valores, no hablés de principios; hablá que vas a hacer caso a lo que dice la Chayo, usurpadora e ilegal y delincuencialmente, porque hay usurpación de funciones ahí, se ha adueñado del partido sin ser dirigente y sin tener un cargo, se ha adueñado del gobierno porque el comandante dijo 50/50, pero no le dio el 50, le dio el 150”, subrayaba.
Un «influencer» sandinista sin muchos adornos
Chino Enoc no era un influencer clásico ni contaba con los recursos con que disponen los miembros de la maquinaria propagandista controlada por Rosario Murillo y sus hijos. En sus transmisiones casi siempre se le observaba luciendo camisas viejas, un pañuelo rojo y negro al cuello y una boina al estilo del polémico aventurero argentino Ernesto «Che» Guevara.
No era raro escucharlo hablar de su falta de recursos económicos y de sus enfermedades. «No estoy muy bien de salud, estoy muy deprimido, bastante enfermo, no tengo ni con qué comprar el medicamento, pero aquí estamos tratando de hacer revolución», manifestaba a inicios del 2020.
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