En abril pasado en medio de sus virulentos ataques verbales, la dictadura nicaragüense anunció que el edificio confiscado a la Organización de Estados Americanos (OEA) lo convertiría en un «Museo de la Infamia». La administración Ortega-Murillo se había tomado manu militari la instalación y anunciaba que se retiraba del organismo, acusándolo de ser un «ministerio de colonias» de Estados Unidos.
Cuatro meses después, el anuncio del Museo de la Infamia parece que fue solamente parte de la retórica del momento, ya que este miércoles 17 de agosto la vicepresidenta del régimen, Rosario Murillo, dio a conocer a través de la maquinaria de propaganda oficialista, que en el lugar se inaugurará más bien el Centro de Estudios del Desarrollo «Miguel D’Escoto Brockmann».
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El lugar fue llamado también por Rosario Murillo como Casa de la Soberanía y será administrada por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), la más importante casa de estudios del país, pero que carece de automonía al estar controlada directamente por personas leales al gobernante FSLN.
«Vamos a estar entregando un inmueble que tiene un valor que es simbólico y que representa la dignidad de nuestro pueblo, la dignidad y la determinación de soberanía de nuestro valiente pueblo nicaragüense», aseguró Murillo, sin mencionar directamente que se trata del edificio confiscado a la OEA.
Sin embargo, para que no quedaran dudas de qué se trataba, aclaró que el edificio queda «allá por Santo Domingo, por Las Sierritas de Santo Domingo, cerca de la Iglesia en Santo Domingo».
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