Al exilio de miles de nicaragüenses que se han ido a Estados Unidos porque los persigue la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se han unido también decenas de conocidos militantes sandinistas que este año han dejado los departamentos de Madriz y Nueva Segovia.
Pero los exiliados nicaragüenses en Estados Unidos y Costa Rica, desconfían de sus intenciones. Consideran que están llegando a ese país para recabar información para los equipos de inteligencia de la Policía afín al régimen, el Ejército de Nicaragua y equipos de inteligencia del partido de gobierno. “Así lo han expresado algunos compatriotas. Hay preocupación por eso”, señaló recientemente el defensor de derechos humanos en el exilio Pablo Cuevas.
Muchos exiliados en Costa Rica han expresado el mismo temor. Aseguran que conocidos orteguistas han llegado a ese país con la versión de huyen del gobierno, que “no aguantan la presión de los sindicatos en las instituciones del estado o de los dirigentes del partido o porque no están de acuerdo con los ataques a la iglesia católica y sus sacerdotes y obispos”.
“Creemos que esta gente viene con otras misiones, hemos visto exintegrantes de grupos de choques o informantes de los represores”, dijo el exiliado Aldo José Flores López, originario de la ciudad de Ocotal, Nueva Segovia.
Identificados
Entre los conocidos militantes sandinistas que han abandonado este año la ciudad de Somoto han identificado a Martha Ochoa Espinoza, quien antes de irse a los Estados Unidos fue directora de la radioemisora Estéreo Madriz, propiedad del partido orteguista. Otro es Erick Barrantes, quien era corresponsal desde noviembre del 2021 del Canal 8 de televisión abierta propiedad de Rafael Ortega, hijo de la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Barrantes fue señalado en julio del 2018 de ser uno de los que participó en el ataque con arma de fuego a 11 casas de opositores al gobierno sandinista en diferentes sectores (barrios) de la ciudad de Somoto, en Madriz, además con frecuencia, se le vio participando en los ataques a los opositores que se manifestaban en las calles de esta localidad somoteña. Barrantes también laboró para la alcaldía de esta localidad en poder del orteguismo.
Constantemente escribía en las redes sociales, principalmente en Facebook, despotricando en contra de los líderes opositores somoteños a los que calificaba como “puchos” o “golpistas”, y “hasta hablaba mal del imperialismo yanque, donde hoy reside con el cuento de que es perseguido político del sandinismo, cuando su labor fue infiltrarse en el gremio periodístico para obtener información que después brindaba a los equipos de inteligencia de la policía y del mismo partido sandinista”, destacó una periodista que en la actualidad se encuentra exiliada en el país norteamericano.
Hasta policías
Otro que también se fue hace meses a los Estados Unidos fue Randol Acuña, quien fue funcionario del Consejo Electoral Departamental (CED) de Madriz. Acuña también fue años atrás delegado del Ministerio de Gobernación y exmiembro de la Policía en el municipio de Palacagüina.
A Estados Unidos, también huyó el año pasado el excomisionado Mayor Javier Martínez, quien años atrás fue jefe de las delegaciones policiales de los departamentos de Madriz y Nueva Segovia. Martínez había sido destituido después que los aparatos de inteligencia de la Policía descubrieran su relación con una joven del movimiento Azul y Blanco del municipio de Yalagüina. Este excomisionado ha sido denunciado de haber torturado y secuestrado jóvenes en el departamento de Matagalpa, en el contexto de abril del 2018, cuando se registró el levantamiento social en contra de Ortega y Murillo.
Mientras que Svetlana Tercero Reyes, una exoficial de la Dirección de Operaciones Especiales (DOEP) de la Policía del municipio de las Sabanas, zona del departamento de Madriz, habría desertado de esa institución este año y ya se encontraría buscando ingresar a los Estados Unidos. La exoficial Tercero Reyes fue la agresora de la opositora somoteña Danelia Argüello Cano, a quien le propinó una tremenda golpiza en abril del 2019.
En la lista se encuentran también los sandinistas Ulises Manuel Valenzuela Moncada, Marcia Ortez Moncada, Lilliam Ortez Moncada y Douglas Benavidez, este último trabajaba para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el pasado sábado, subió a las redes sociales fotos desde los Estados Unidos. “Estos eran los que hablaban mal del imperialismo Yanque y del capitalismo salvaje y hoy se han venido con el cuento que huyen de la dictadura, pero a saber que trabajo andan haciendo aquí. Yo hasta les tengo miedo”, dijo Héctor José Martínez Ponce, somoteño que reside en Miami.
La militante sandinista Fernanda Baldelomar Portillo, quien fue miembro del Movimiento Estudiantil Universitario Nicaragüense (UNEN) y ha participado en congresos estudiantiles en Cuba, Venezuela y República Dominicana y como activista en marchas de apoyo a Ortega Murillo, se encuentra este año en los Estados Unidos. “No se como logran entrar, porque la información que tenemos de todos ellos es que no pasan por México, sino que vienen en vuelos aéreos. Entonces ¿Quién les paga todo eso?”, se preguntó la exiliada nicaragüense Perla del Rosario Rodríguez Jarquín, originaria de la ciudad de Ocotal.
Pero lo que ha levantado sospecha es que al Comisionado Genovelio Cuadra, jefe de Inteligencia de la Policía Orteguista (PO) en Madriz, no lo afectó dentro de la institución policial la salida del país de su hija Osni Cuadra, quien se encuentra en los Estados Unidos.
“Creemos que hay sandinistas cumpliendo misiones del gobierno en Costa Rica y Estados Unidos, países donde hay más nicaragüenses exiliados, para servir de grupos de choques cuando nosotros protestamos en esas embajadas o para recabar información de cada uno de nosotros”, denunció un exiliado consultado que solo se identificó como Armando.
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