La «copresidenta» de Nicaragua, Rosario Murillo, informó sobre una serie de actividades y proyectos de la Policía Nacional durante sus declaraciones públicas de este jueves 5 de junio, en las que combinó anuncios institucionales con referencias políticas al período de las protestas de 2018.
Murillo, quien brindó estas declaraciones a través de los medios de su familia, confirmó que este viernes se realizará la ceremonia de graduación de 30 peritos en criminalística de la Policía Nacional. El curso, según explicó, lleva el nombre del comisionado general Marco Antonio González Briseño, quien murió durante los enfrentamientos de 2018.
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No obstante lo que llamó la atención de las palabras de Murillo fue que aseguró que «nunca olvidará» el 19 de abril, fecha en la que miles de nicaragüenses iniciaron a revelarse públicamente contra su régimen.
Murillo, quien se impuso como «copresidenta» desde febrero de 2025 junto al dictador Daniel Ortega, calificó a los oficiales fallecidos como «héroes» que «son luz, vida y verdad en el firmamento de la patria bendita». La funcionaria describió el 19 de abril como una fecha «terrible» que «nunca olvidará y que nunca volverá».
Adicionalmente, la «copresidenta» anunció la inauguración de una Comisaría de la Mujer en la unidad policial del barrio Jorge Dimitrov en Managua, programada para esta semana.
Contexto político y retórica oficial
Las declaraciones de Murillo mantienen la línea discursiva del régimen nicaragüense, que ha caracterizado sistemáticamente las protestas de abril de 2018 como un «intento de golpe de Estado». El gobierno atribuye las muertes de funcionarios policiales durante ese período a lo que denomina «odio golpista», término que emplea frecuentemente para referirse a la oposición política.
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La retórica de Murillo ha sido consistente en presentar a Nicaragua como una nación «bendita, digna y siempre libre», mientras mantiene un discurso confrontativo hacia quienes considera opositores al régimen. En declaraciones anteriores, la funcionaria ha empleado términos como «traidores», «apátridas» y «vendepatrias» para referirse a críticos del gobierno.
El uso de lenguaje religioso y patriótico en sus intervenciones públicas forma parte de la estrategia comunicacional del gobierno sandinista, que busca legitimarse a través de símbolos nacionales y referencias espirituales, mientras consolida el control sobre las instituciones de seguridad del Estado.
Los anuncios sobre infraestructura policial se enmarcan en la política gubernamental de fortalecer los cuerpos de seguridad como pilares del proyecto político de Ortega y Murillo, especialmente después de los eventos de 2018 que marcaron un punto de inflexión en la relación entre el Estado y la sociedad civil.
*NOTA: escuche las declaraciones de Rosario Murillo en referencial al 19 de abril a partir del minuto 04:08
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