Unos hombres que trabajaban en la construcción de una iglesia en el barrio indígena de Monimbó, Masaya, descubrieron unas antiguas vasijas de barro ancestrales, situación que llamó la atención a pobladores del lugar quienes afirmaron que es común este tipo de hallazgos.
El primer objeto encontrado fue una vasija grande que al sacarla se desintegró, pero en cambio lograron rescatar casi completa dos piezas más pequeñas.
Uno de los obreros dijo a medios locales que al principio creían que se trataba de alguna “botija llena de oro”, sin embargo al hurgar un poco más, descubrieron que se trata de piezas ancestrales, por lo que procedieron a sacarlas con cuidado.
“Pero como nunca había encontrado algo así, entonces uno se queda asombrado, como antes dicen, que los viejitos guardaban monedas”, comentó.
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El obrero Jaime Mercado, quien fue el que descubrió las vasijas, comentó que fue de repente que sintió que algo estaba enterrado en su zona de trabajo.
“Pues yo estaba ahí con la piocha cuando sentí que le doy a algo, lo desenterramos y vimos que eran esas cositas en forma de vasijita. No sabemos en si qué es, si urnas o qué, pero creemos que se pueden conservar. Una (de las piezas) se está quebrando, seguro de tantos años de estar ahí, la olla grande se quebró», destacó Mercado.
Nicaragua Investiga
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