Exreo común liberado por Ortega intenta suicidarse colgándose de cables eléctricos

Como Dany José Berríos Pantoja, de 41 años, fue identificado el hombre que atentó contra su vida la tarde del martes 4 de abril en Chinandega. En redes sociales circulan videos donde se observa a Berríos Pantoja colgado de cables del tendido eléctrico.

Según la versión de testigos, el hombre antes se subió al techo de su casa, lo que comenzó a llamar la atención de los vecinos, quienes señalaron que Berríos andaba supuestamente bajo los efectos del alcohol.

Hasta el lugar llegaron agentes de la Policía Nacional y del Cuerpo de Bomberos, que impidieron que el hombre acabara con su vida. Tras rescatarlo, los oficiales lo trasladaron a la estación policial de Chinandega.

Femicida metió el cuerpo en un saco y lo trasladó en una moto, según la Policía

Berríos Pantoja es uno de los reos liberados el pasado 31 de marzo bajo el régimen de convivencia familiar, otorgado por la dictadura de Daniel Ortega a 2,500 presos comunes de los sistemas penitenciarios de ocho departamentos del país.

De acuerdo a algunas versiones Berríos Pantoja, tomó esta decisión porque al salir de la cárcel su pareja terminó la relación con él.

Reos comunes liberados vuelven a infringir

Cabe mencionar que no es la primera vez que un reo común liberado por la dictadura de Ortega, comete un hecho que bien atenta contra su vida o contra la vida de otras personas, incluidos familiares, parejas y exparejas.

Uno de los casos que conmocionó fue el de Jesús Antonio Blanco Mora, alias El Chino, quien asesinó a puñaladas a su hermana Ivette de La Concepción Mora, de 40 años, tras sostener una discusión por la vivienda donde habitaban, el pasado 31 de diciembre del año 2022.

El crimen ocurrió solo nueve días después que Blanco Mora fue liberado bajo el polémico régimen de convivencia familiar.

En febrero de este 2023, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo liberó y desterró de Nicaragua a 222 presos  políticos, sin embargo, mantiene en la cárcel a más de 30 ciudadanos, incluido monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, y hasta la fecha se niega a liberarlos.