La última vez que la venezolana Solange Cedeños conversó con sus dos hijos Melody Rosario, de 18 años y Jariangel Rosario, de 27, fue la noche del 11 de octubre cuando estaban a punto de zarpar de las islas San Andrés, en Colombia, a Corn Island, en Nicaragua, pero desde entonces no supo más de ellos.
“Pareciera que el mar se los tragó”, dijo la mujer a la VOA vía telefónica.
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Cedeños cuenta que sus hijos, por recomendación de una amiga, comenzaron una travesía desde Venezuela hacia Estados Unidos. Decidieron hacerlo por mar ya que temían transitar por el Darién, una zona selvática ubicada en el límite de América Central (Panamá) y América del Sur (Colombia).
Pero la preocupación fue peor de la que imaginó. Sus hijos desaparecieron en el mar junto a otras 11 personas, en una embarcación que hasta la fecha no ha sido encontrada.
El Ejército de Nicaragua y la Armada colombiana no han informado nada relacionado a esta embarcación.
Llegar a Nicaragua proveniente de Colombia por medio del mar fue una nueva ruta migratoria utilizada por migrantes y traficantes de personas, advirtió en entrevista pasada a la VOA, el Jefe de la Armada colombiana, Orlando Enrique Grisales, quien alertó que las embarcaciones que han salido de San Andrés con los migrantes no cuentan con las normas de navegación para salir a aguas abiertas ni equipos de comunicación de alta frecuencia (HF, por sus siglas en inglés) para establecer contacto con tierra en caso de naufragios.
El funcionario explicó que los migrantes son recogidos por la noche de San Andrés, en Colombia, y luego son llevados a hoteles a los cayos menores a la espera de que llegue «una embarcación ilegal a recogerlos ya transitarlos”.
De San Andrés a las islas Maíz en Nicaragua son 56 millas náuticas y las personas que generalmente trasladan a migrantes cobran unos 5.000 dólares, indica Grisales, de la Fuerza Colombiana.
Solange Cedeños dice que a cada uno de sus hijos le cobraron 1.600 dólares y la ruta era de San Andrés a Corn Island. Aunque la madre jamás había escuchado de la isla nicaragüense, confiaron en que era menos riesgoso que el Darién. «Yo de verdad para nada había escuchado de esa isla. Mi hija tampoco».
Un sitio turístico
Corn Island o Islas del Maíz, son un archipiélago en el Mar Caribe de Nicaragua que están dedicados al turismo. El área total es de apenas 12,9 km², de los cuales la isla grande tiene 10 km² y la isla pequeña 2,9 km².
Ambas islas tienen el atractivo de sus aguas cristalinas, pero también peligrosas porque están «a mar abierto y los cambios del clima golpean la zona», de acuerdo con un hombre que trabaja como lanchero en la zona y pidió no ser idenficado por temor a represalias.
Este trabajador dijo vía telefónica a la VOA que los migrantes son dejados en lugares ciegos de Corn Island, para luego subir en ferrys que trasladan a las personas a la ciudad de Bluefields. «Ya ahí es tierra y los migrantes pueden tomar cualquier autobús para seguir su destino», explica.
El costo de un boleto para llegar a Bluefields es de 10 dólares, y la travesía en una embarcación dura entre seis y siete horas.
Ejército de Nicaragua en la zona
En ese viaje de San Andrés a Corn Island, muchas veces el Ejército de Nicaragua interviene en la zona. Se desconoce cuántas embarcaciones en total han sido intervenidas entre 2021 y 2022.
En una nota informativa de la institución en junio de 2022, se informó sobre la detención de unos 29 migrantes venezolanos provenientes de Colombia. A los migrantes se les brindó atención médica primaria y luego fueron entregados a las autoridades correspondientes.
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