“Brasil propone fortalecer una democracia que no existe en Nicaragua»

Para el activista cívico Donald Mendoza, las modificaciones que promueve Brasil para debilitar la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA), contra el régimen de Daniel Ortega, no tiene ningún fundamento. “Recomiendan fortalecer una democracia que no existe”, afirma.

En una entrevista a medios independientes que dan cobertura al Quincuagésimo Tercer Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de la OEA en Washington, Mendoza, quien dirige el organismo Asociación Cívica por la Democracia, señaló que las organizaciones civiles y de derechos humanos, han aportado pruebas contundentes del aniquilamiento de la dictadura de Daniel Ortega al sistema interamericano democrático.

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“Por esto estamos aquí, para hacer la denuncia, para probar a través del diálogo, del encuentro con actores de los países miembros de la OEA, que en Nicaragua no hay democracia, que lo que hay es una dictadura”, señala.

Agrega que los organismos de la sociedad civil en el exilio y los pocos que quedan en el país, esperan que las naciones que integran el organismo hemisférico envíen al régimen de Ortega una respuesta contundente que exija el regreso del país a la democracia verdadera y el respeto de derechos humanos. Dice que al menos diez organizaciones de incidencia civil y defensoras de derechos humanos se encuentran en Washington para mantener las denuncias y demandar respuestas a la comunidad internacional.

“Cerrar grifos financieros y evitar dinero para reprimir”

Mendoza llama a los nicaragüenses “a no desanimarse”, pese a la idea de que las resoluciones no resuelven el problema de Nicaragua, además en esta ocasión, el régimen puede librarse de una “resolución contundente” después que Brasil como aliado de la dictadura, tiene intenciones de influir en las posturas de otros países para debilitarla cuando el tema se aborde en la OEA.

“Hay otros países que sabemos van a mantener la postura porque la realidad está ahí, todos los abusos, las violaciones a los derechos humanos, el asalto a los derechos civiles y la falta de democracia, se ha documentado”, agrega.

Manifiesta que la incidencia principal, serán para obtener acciones contra el régimen. Mencionó por ejemplo las sanciones, que aunque el régimen las intente disimular y diga que no le afecta si las causa daño. “Creemos que hay que presionar sobre esa línea, porque en la medida que se logren, al régimen, le será más difícil acceder a fondos para mantener la represión”, sostiene

“Debemos trabajar para cerrar más de los que ya está, el grifo financiero. Si el régimen no tiene cómo pagar para reprimir a sus ciudadanos, no podrá hacerlo. Hay que apuntar a acciones y a eso vamos, a presionar para que de aquí salgan esas acciones”, indica.

Abundante evidencia

Expresa que sobran las pruebas de los abusos que el régimen implementa en Nicaragua. “Ahí están los presos políticos que han dado su testimonio, están los miles de nicaragüenses que han tenido que dejar el país para irse al exilio, los sobrevivientes de las masacres, han dado su testimonio, ahí está todo documentado”, señala.

Agrega que una de las organizaciones que forman el bloque de la sociedad civil que se encuentra en la Asamblea General de la OEA, ha documentado las masacres de los nicaragüenses, de campesinos, de indígenas nicaragüenses, perpetradas por policías, colonos y gente del Ejército.

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Señala que eso es compartido entre las delegaciones que asisten para que no haya dudas de que Ortega dirige una dictadura cruel que ha matado y que utiliza las armas de la Policía, del Ejército y de paramilitares, para mantenerse en el poder.

Hay que indicar que el régimen de Nicaragua  no asiste a este encuentro pero sigue siendo parte del organismo hemisférico hasta noviembre de este año.

La última vez que el régimen de Daniel Ortega asistió a una Asamblea General fue en el año 2020, cuando rechazó la inclusión de la crisis que vive el país desde hace cinco años, en la agenda del organismo. Desde entonces, el organismo y sus países miembros, han llamado al régimen a encausar a Nicaragua a la democracia.