Los terrenos donde funcionaban las canceladas Cámara Nicaragüense de Comercio y Servicios (CCSN) y Cámara de Industrias de Nicaragua (CADIN), que colindan con el Hospital Militar, han sido tomadas por el Ejército.
Fuentes empresariales confirmaron al medio de comunicación Confidencial que el área utilizada son los estacionamientos de las oficinas donde funcionaban las cámaras empresariales cerradas. Los espacios “son utilizados para ampliar el parqueo de los empleados y funcionarios que laboran en el Hospital Militar y, de esta forma, descongestionar para los clientes el estacionamiento del centro médico”, señala Confidencial.
En marzo de 2023, el Consejo Superior de la Empresa y Privada (Cosep) y 16 cámaras, fueron víctimas de la ola de cancelaciones de personería jurídica y confiscaciones que el régimen de Daniel Ortega ha perpetrado en los últimos años.
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Al igual que las demás organizaciones a las que les han cancelado su personería jurídica, a estos grupos empresariales les arrebataron sus propiedades y cuentas bancarias, las cuales pasaron a formar parte del Estado de Nicaragua, según las resoluciones emitidas por el Ministerio de Gobernación.
Sin embargo, lo que más llama la atención es que los terrenos de la CCSN y CADIN ahora están siendo ocupados por el hospital de Ejército, lo que hace indicar que el régimen de Ortega le ha entregado esas propiedades. Esta no sería la única vez que las Fuerzas Armadas de Nicaragua son beneficiadas, ya que el dictador ha venido logrando la fidelidad de los jefes militares gracias una política de prebendas, de acuerdo a investigaciones periodísticas.
Ejército “sometido” al yugo del régimen
Para el analista político José Dávila Membreño, lo que Ortega está haciendo con el Ejército al entregarle este tipo de prebendas, es tratando de “tenerlo sometido”.
En este mismo sentido se expresa la opositora y defensora de derechos humanos Haydee Castillo, quien señala que “este es un régimen que premia la sumisión y la fidelidad”.
“El régimen sabe que no goza ni de legitimidad ni de respaldo político por parte del pueblo de Nicaragua, evidenciado en varias encuestas y lo más explícito fue la ausencia del pueblo en las elecciones de 2021. Por lo que sabe que solo se sostiene en el poder por la complicidad de todas las fuerzas de seguridad, por la vía de la fuerza de las armas y la imposición del terrorismo de estado. En ese aspecto mantener a punta de premios al Ejército es una política para mantener a esta institución sumisa a los intereses del régimen”, señala Castillo.
Impacto en la inversión extranjera
Pero este tipo de acciones del régimen tienen repercusiones a nivel local e internacional, pues en su embestida contra las organizaciones no gubernamentales y empresarios privados, afecta la inversión en el país, tal como lo han señalado varios expertos.
“Lo que está haciendo el régimen de apropiarse de hecho de estos terrenos incrementa el riesgo país e impactará en que cada vez haya menos inversión extranjera ante la falta de garantías jurídicas”, apunta Haydee Castillo.
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Hasta ahora el Ejército de Nicaragua no se ha referido sobre las graves denuncias que han realizado organismos de derechos humanos, en cuando a los grupos paramilitares al servicio del régimen sandinista desde el 2018 y que por ley deberían haber sido desmantelados por el Ejército.
“El pueblo sigue esperando que el Ejército cumpla su papel constitucional de desarmar al ejército paralelo de paramilitares. Pero esa es una muestra de su sumisión a la voluntad de la dictadura”, sostiene la opositora nicaragüense.
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