Rosario Murillo ya manejaba casi todo el poder en Nicaragua: a los siete magistrados del poder electoral, a los noventa diputados de la Asamblea Nacional, a todos los secretarios políticos del Frente Sandinista (FSLN) en todo el país, todas las alcaldías.
Los únicos que le faltaban por controlar eran el poder judicial y el ejército.
Desde hace varios años Murillo venía buscando la forma de sacar de la presidencia de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a Alba Luz Ramos, pero no lo había logrado porque Ramos es protegida de Daniel Ortega.
«La señora (Rosario Murillo) la odia (a Alba Luz Ramos), la odia, eso es cierto», dice una fuente del poder judicial a Nicaragua Investiga.
Berman Martínez, la clave
Sin embargo, los personeros de Murillo en el poder judicial, liderados por Nestor Moncada Lau y el magistrado Marvin Aguilar, encontraron una debilidad en Ramos: el secretario general administrativo de la Corte, Bermán Wilfredo Martínez Martínez, a quien le atribuyen haber realizado negocios corruptos que presuntamente eran avalados por Ramos o se los dejaba pasar.
En octubre del año 2010, Martínez era el financiero del programa que la CSJ tenía con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero, de manera sorpresiva, Ramos destituyó al entonces administrador de la CSJ, Róger Espinoza, provocando el reclamo de casi todos los trabajadores del poder judicial.
Aún así, Ramos se impuso y reemplazó a Espinoza con Martínez, con quien desde antes mantenía una estrecha relación de trabajo.
Apenas cuatro meses antes, el 15 de junio de 2010, Ramos se había proclamado presidenta de la Corte, sustituyendo de manera ilegal al magistrado liberal Manuel Martínez. Desde entonces, no se había bajado de la presidencia, hasta que este 24 de octubre, fue desalojada de su oficina por órdenes de Rosario Murillo.
Todo inició porque, meses atrás, a Berman Martínez le descubrieron supuestos actos de corrupción, pero la magistrada Ramos logró salvarlo como administrador de la Corte, aunque no impidió que le quitaran el cargo de secretario político del partido FSLN.
Una fuente del poder judicial señaló que Ramos había conseguido que Martínez dejara el cargo «en silencio» en los próximos meses, pero Rosario Murillo no se aguantó y ordenó que sus personeros actuaran contra Martínez.
La fuente afirmó que, todavía a inicios de este mes de octubre, Alba Luz Ramos y Bermán Martínez andaban tranquilos, a pesar de que a Martínez ya le habían quitado el cargo de secretario político, pero, bajo el amparo de Ramos, seguía como administrador de la Corte.
Incluso, Martínez le arregló a Ramos una tarima en Jinotega, donde la magistrada, el 4 de octubre, le rindió homenaje al general Benjamín Zeledón, asesinado por los marines en 1912.
Sin embargo, Martínez fue destituido como administrador de la Corte el pasado lunes 23 de octubre, cuando, según fuentes periodísticas, fue sacado del poder judicial por el comisionado Horacio Rocha, asesor presidencial en temas de seguridad.
El entorno de Ramos
Al día siguiente, martes 24 de octubre, Rocha también habría sacado a Ramos de su oficina y la habría llevado a un interrogatorio, pero luego la llevó a su casa, en el kilómetro 16 de la Carretera a Masaya, donde actualmente la magistrada presidente está bajo encierro.
Posteriormente, también fue desalojada de su oficina la magistrada Yadira Centeno, militante sandinista desde los años ochenta. El padre de Centeno fue Aquiles Centeno, abogado que defendía a los guerrilleros sandinistas cuando eran capturados por la Guardia Nacional de Somoza.
Régimen despide a administrador general interino del Poder Judicial
La detención de Bermán Martínez fue crucial para que las magistradas Ramos y Centeno fueran desalojadas de la Corte, así como también para que se efectuaran decenas de despidos en el poder judicial. El último que se rumora, según el abogado Yader Morazán, es la destitución de la magistrada de apelaciones Adda Benicia Vanegas Ramos, sobrina de Alba Luz Ramos.
Por su parte, la magistrada Centeno es allegada a Ramos.
«Lo que está pasando en la Corte es una lucha de poder y Berman (Martínez) abrió la puerta con la corrupción, a través de él han ido llegando a un montón de gente», dijo la fuente del poder judicial.
Llamá la atención que, desde el pasado viernes 27 de octubre, estaría encarcelada una hija de la magistrada Centeno, Karla Lucía Flores Centeno.
«La hija de Yadira Centeno estaba afuera del poder judicial desde hace rato. Había sido jueza suplente y unos días propietaria en Rivas, pero se salió del poder judicial porque se fue a sacar maestrías en derecho penal», señaló la fuente judicial.
De esa forma, Rosario Murillo está arrasando con todo el círculo de la magistrada Alba Luz Ramos. «Esto no se había visto nunca en la Corte. Murillo se está preparando ante cualquier eventualidad en el futuro», añade la fuente judicial.
Murillo se prepara para la sucesión
Con el nuevo escenario en la Corte, expresa la fuente judicial, la magistrada Juana Méndez se prepara para asumir la presidencia de la Corte, una vez que Ramos sea obligada a renunciar. «La Juana Méndez es la que tiene más consenso, Marvin Aguilar es más radical», manifiesta.
Lo que viene es la elección de nuevos magistrados judicial en la Asamblea Nacional y ahí se revertirá la correlación de fuerzas entre Daniel Ortega y Rosario Murillo, afirma la fuente judicial, porque se espera que la tercia la gane Murillo.
Así, Murillo tendría el camino despejado para suceder a Ortega en el poder, pues la vieja guardia del sandinismo está casi aniquilada, y solo le falta controlar el ejército, indica el jurista.
«Ella tiene que estar blindada ante una posible falta de Daniel Ortega o para el 2026», finaliza diciendo.
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