Del 14 al 16 de diciembre los altos mandos del Ejército de Nicaragua se reunieron con una delegaciń del Ejército Popular de China, país con el que la dictadura de Daniel Ortega hace ingentes esfuerzos para ampliar y consolidar las alianzas en distintos aspectos.
La delegación del ejército chino estuvo encabezada por el mayor general Song Yanchao, Vicedirector de la Oficina de Cooperación Militar del Ministerio de Defensa del gigante asiático.
Según una nota de prensa del Ejército de Nicaragua, Song Yanchao estuvo acompañado por altos funcionarios militares como los coroneles superiores Liu Bo, Sang Changlie y Chu Rui, y el teniente coronel Yu Mujin.
El día 14 de diciembre fueron recibidos por el jefe del Ejército de Nicaragua, general Julio César Avilés Castillo. «Sostuvieron reuniones de trabajo para evaluar mecanismos bilaterales que fortalezcan los lazos de amistad y cooperación entre ambas instituciones militares», indica la nota de prensa.
China se ha convertido en el gran rival geopolítico y económico de Estados Unidos, en este sentido, en las últimas décadas ha venido ampliando su nivel de influencia en la región, especialmente con préstamos y proyectos de inversión.
En el caso de Nicaragua, la dictadura de Daniel Ortega restableció relaciones diplomáticas con el régimen de Pekin en diciembre del 2021, tras cortar abrutamente con Taiwán, país al que China considera una «provincia rebelde» y a la cual amenaza con invadir militarmente.
Estados Unidos, que es el principal socio comercial de Nicaragua, ha advertido a los países de la región lo perjudicial de las relaciones con China.
Además de China, la dictadura de Nicaragua tiene fuertes lazos de cooperación militar con Rusia, otro de los grandes rivales de Estados Unidos.
En febrero pasado también se supo que el Ejército de Nicaragua sostuvo una reunión secreta con el régimen islamista de Irán, para evaluar una posible cooperación militar. Irán está señalada por la Casa Blanca de ser el principal patrocinador del terrorismo, según dijo en enero del 2023 el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.