Al cumplirse este 9 de febrero el primer aniversario del destierro de 222 presos políticos nicaragüenses hacia Estados Unidos, la Casa Blanca insta una vez más al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a restablecer las libertades públicas en Nicaragua.
«El 9 de febrero de 2023, Estados Unidos recibió 222 presos políticos liberados por Nicaragua, un grupo que incluía defensores de derechos humanos, contendientes presidenciales nicaragüenses, activistas políticos, clérigos, periodistas, estudiantes y miembros de organizaciones de la sociedad civil y grupos empresariales», señala en un comunicado de prensa Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado.
Washington recuerda que estos presos no solo fueron desterrados sino que también se les despojó de la nacionalidad nicaragüense. En este sentido, condena que a un año de ocurrido esto, «Daniel Ortega y Rosario Murillo continúan deteniendo injustamente u obligando al exilio a quienes desean ejercer sus derechos humanos y libertades fundamentales en Nicaragua».
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«Estados Unidos se suma a la comunidad internacional para condenar tales esfuerzos por silenciar las voces del pueblo nicaragüense, y renovamos nuestros llamados a las autoridades nicaragüenses para que restablezcan el pleno disfrute de los derechos civiles y políticos de todos los nicaragüenses», indica el comunicado.
Represión no se detiene
Tras el destierro de esos 222 presos políticos el año pasado, la dictadura nicaragüense no solo no dejó de arrestar, sino que arreció la persecución y arremetió contra la Iglesia católica a tal punto que arrestó a decenas de sacerdotes, a un grupo lo desterró en octubre del 2023 y a otro en enero del 2024. Dentro de este último grupo se encontraba el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, quien había sido detenido en agosto del 2022 y condenado en febrero del 2023 a 26 años de cárcel por supuesta traición a la patria.