El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, nombró párroco de la Iglesia Santa Faz a monseñor Antonio Castro, quien es conocido por su lealtad al régimen sandinista y usar el púlpito para exaltar a dictadores como Daniel Ortega, Fidel Castro y Hugo Chávez.
El nombramiento de Antonio Castro ha sorprendido a los feligreses, ya que lo conocen por oficiar misas y usar banderas del Frente Sandinista en el altar.
El padre Silvio Fonseca, secuestrado por la dictadura sandinista y desterrado recientemente hacia Roma, estuvo a cargo por muchos años de la Iglesia Santa Faz.
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Antonio Castro ha dicho en los púlpitos que deben cesar las sanciones en contra de los funcionarios orteguistas y ha hecho llamado a la paz. Pero estos discursos se dieron en un contexto de represión y persecución contra la Iglesia católica.
“¡Qué cese la Ley Magnitsky! ¡Qué cese la Nica Act! ¡Queremos la paz! Claro que sí, la paz no es la ausencia de la guerra, la paz es fruto del desarrollo, del crecimiento, del progreso, de la vida, del amor, y la paz no nos cae del cielo, la paz la tenemos que construir todos los días, cada uno de nosotros”, soltó Castro, entonces párroco de la iglesia La Merced, durante el acto del 40 aniversario de la revolución sandinista.
El precio de Toñito
Castro, conocido como “Toñito”, tiene un precio por su lealtad al régimen, según reveló una investigación de La Lupa.
La Lupa documentó que de los presupuestos General de la República de 2007-2018, la Iglesia La Merced, a cargo Castro, recibió 5,350,000 millones córdobas equivalentes a 161,091.69 mil dólares.
Los años de mayor abundancia, dice la investigación, fue cuando la cooperación venezolana sostenía a la dictadura en 2013 y 2019. La Iglesia La Merced recibió los montos más abundantes que ascendieron a 600 y 650 mil córdobas.