La Semana Santa en Nicaragua se comenzó a celebrar casi desde que llegaron los españoles e implantaron la religión católica en el país.
La primera procesión de la pasión de Cristo se realizó en Nicaragua en el año 1600. Fue un día lunes y se hizo en diferentes parroquias, aunque una de las más solemnes fue la realizada en la iglesia San Francisco, de León, cuenta Abraham Fariñas en un libro de la Alcaldía de Managua sobre la Semana Santa.
Aproximadamente hasta la mitad del siglo pasado, los nicaragüenses vivieron la Semana Santa con profunda devoción y, como una muestra de respeto y dolor por la crucifixión de Jesús, hasta había creencias de cosas que no se debían hacer para no ofender al Señor.
Algunas de esas creencias se han ido perdiendo con el tiempo, especialmente desde los años sesenta del siglo pasado, indican varios escritores en el libro Semana Santa en Managua, de la Alcaldía, publicado en el año 2010.
Nicaragua Investiga les presenta 10 de esas creencias que ya muy pocos tienen presentes en la actualidad.
Prácticamente no se podía hacer mucho, porque todas las personas estaban enfocadas en las actividades religiosas, especialmente en las procesiones.
1. El diablo suelto. A las 12:00 del mediodía de cada día de la Semana Santa andaba el diablo andaba suelto. Cuando en las calles se hacían remolinos de polvo, la gente decía que el diablo había pasado por ese lugar.
2. No usar animales. No se trabajaba con bueyes porque podían hablar. Si la gente andaba a caballo, se le agarraba a pedradas, porque podía ser el judío errante.
3. No se encendía fuego ni se cortaba leña. Se cocinaba hasta Miércoles Santo. Si alguien encendía fuego el Jueves o el Viernes Santo, se decía que estaba quemando al Señor. Por esa razón, la comida se dejaba preparada o se almacenaba comida que no se descompusiera. Esos alimentos se comían fríos o calentados con el sol.
Principalmente se comía almibares, pinolillo, tamales, queso, cosa de horno, rosquillas, pescados en arroz aguado, chicha de maíz, sardinas secas tostadas al sol, pinol de iguana, pescado seco en sopa o con arroz, sardina con arroz.
4. Carne roja. No se comía carne o también se ayunaba, en señal de fe.
5. Música. No se escuchaba música. Con la invención de la radio, solo se oían los relatos de la pasión de Cristo.
6. Baño. El baño debía ser rápido y sin paste. Si alguien se bañaba en Viernes Santo, o se metía a un río, se podía convertir en pez.
7. Correr o jugar. No se podía correr ni jugar. Si se corría, se decía que se pisoteaba al Señor o se lo podía tragar la tierra.
8. Cortar árboles. Cortar ramas de los árboles era cortar huesos al Señor, decían las abuelitas.
9. El mar. Casi no se iba al mar, era a las procesiones. Al mar se iba en las dos semanas siguientes después de la Semana Santa.
10. Relaciones sexuales. No se podían sostener relaciones sexuales. La idea era no sentir placer o felicidad, porque se trataba de tener luto por la crucifixión de Jesús.