El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, han enviado un mensaje de felicitación a José Raúl Mulino, quien este domingo 5 de mayo se alzó con la victoria en las elecciones presidenciales de Panamá.
Mulino es delfín del expresidente Ricardo Martínelli, sentenciado a 10 años de cárcel por corrupción y actualmente refugiado en la embajada de Nicaragua en Panamá, tras el otorgamiento de asilo político por parte de Daniel Ortega.
En momentos en que la comunidad internacional repudia las violaciones a los derechos humanos y la falta de libertades y democracia en Nicaragua, el dictador sandinista y su esposa le expresan a Mulino su dispocisión de «trabajar juntos».
«Confiamos en Dios que nos permita trabajar juntos por la unión de nuestros pueblos y gobiernos alrededor de soluciones para mejorar en todo sentido la vida de las familias y alentar la energía optimista de nuestras juventudes», dicen en la carta.
Ricardo Martinelli cumple años y agradece a Ortega su protección «desinteresada»
«Éxitos, presidente, para sus planes y proyectos, y, por supuesto, para el querido pueblo panameño», destacan.
Malas relaciones entre Nicaragua y Panamá
El actual gobierno de Panamá, encabezado por Laurentino Cortizo Cohen, y Ortega mantienen malas relaciones debido a la protección brindada por Nicaragua a Martinelli.
Con la llegada al poder de Mulino, esta situación cambiará. Hasta marzo era el candidato a la vicepresidencia, en fórmula con Ricardo Martínlli, quien fue inhabilitado por las autoridades de su país por corrupto y encontrarse prófugo. De esta forma, Mulino ascendió como candidado a la primera magistratura.
Ricardo Martinelli convirtió la embajada nicaragüense en un consultorio odontológico
Durante su discurso de victoria, prometió acabar con lo que él considera la «persecución política».
«Se acabó la persecución política. Se acabó la manipulación del Ministerio Público. Se acabó la manipulación de jueces y magistrados. Se acabó esa vaina ¡carajo!. Óiganlo bien», manifestó.
El domingo Mulino visió a Ricardo Martinelli en su refugio en la embajada de Nicaragua.