Humberto Ortega, hermano del dictador sandinista Daniel Ortega, advierte que en momentos tan agitados internacionalmente, Nicaragua se está exponiendo a un operativo «quirúrgico» por parte de Estados Unidos.
«En este contexto de forcejeo entre las grandes potencias, Nicaragua está más expuesta a una acción quirúrgica, relámpago por parte del gobierno norteamericano en caso lo considere imprescindible», afirmó el también exjefe del Ejército Sandinista en un artículo de opinión publicado en el diario La Prensa.
Humberto Ortega también advierte que países de la Alianza Bolivariana, que integran países como Venezuela y Cuba, también «se exponen, sin estar encapacidad de librar guerras de resistencia de larga duración, como en el pasado Nicaragua resistió y venció».
En este contexto, afirmó que otros gobiernos del mundo » no evitarán las decisiones que las grandes potencias acuerden».
Humberto Ortega fue una de las cabezas visibles de la sangrienta dictadura impuesta en los años ochenta por el FSLN en Nicaragua, y en este artículo exhorta «a la movilización y protesta de los ciudadanos».
«Los jóvenes más conscientes podrán contener el rumbo hacia el desastre, obligando a las potencias a contraer trascendentes e históricos acuerdos de paz, noble y justo propósito de vida o muerte», afirmó Ortega, quien en los ochenta dirigió un ejército integrado en gran medida por jóvenes, e incluso niños, reclutados forzosamente en una guerra que dejó en Nicaragua más de 30 mil muertos.
Acusa a opositores de ser antidemócratas
El exjefe militar no menciona directamente a su hermano Daniel Ortega y a la esposa de este, Rosario Murillo, quienes dirigen una dictadura tan brutal como la de los ochenta, pero con corte más familiar. Sin embargo, acusa a la oposición nicaragüense, fuertemente reprimida por el FSLN, de ser antidemócratas.
«Desde la crisis del año 2018, se profundizan problemas de todo tipo, sobresaliendo el rumbo autocrático, absolutista que el partido de gobierno ha impuesto. Las fuerzas opositoras radicales manifiestan también tal conducta dominante, por su insistencia antidemocrática al pretender sean impuestos en el poder por el gobierno de los EE. UU. Aunque el gobierno norteamericano no impulsa en primera instancia dicha salida, podría darse si la tensión entre las grandes potencias, lo hace inevitable», afirma.
«En este instante de mi reflexión, los EE. UU., no priorizan a nuestra región, pretendiendo fundamentalmente que Nicaragua no se convierta en un Estado fallido, que dificulte su agenda de estabilidad básica política, económica, social, para enfrentar el tema fundamental de la sociedad norteamericana de la desestabilizadora migración proveniente desde el tapón del Darién», agrega.