La dictadura de Daniel Ortega le negó la entrada al país al sacerdote Rodolfo French Naar, párroco de la iglesia San Rafael Arcángel de Waspán, en la Diócesis de Siuna, confirmó la investigadora de los abusos del régimen en contra de la iglesia, Martha Patricia Molina.
El cura, de origen miskito, se encontraba de misión pastoral en los Estados Unidos y este martes debió regresar al país, pero se lo impidió la dictadura, indicó Molina. En el aeropuerto estadounidense en el que intentaba abordar un avión, no le permitieron siquiera subir a la aeronave, por órdenes del régimen Ortega Murillo.
El sacerdote, de 58 años de edad, nació en las riberas del río Coco y, desde hace seis años, atendía como cura un territorio de unos 200 kilómetros cuadrados precisamente cerca de ese río en el que creció nadando sobre sus aguas.
La doble moral de los Ortega Murillo, bautizan a su nieto en la iglesia que persiguen
Labor pastoral
Es reconocido por su labor atendiendo a la población miskita más necesitada, pues siempre es diligente en ayudar cuando ocurre una emergencia.
Los dictadores Ortega y Murillo han atacado a la iglesia católica desde abril de 2018, incluso antes, y le han congelado cuentas bancarias, ilegalizado organismos, y asediado, encarcelados y expulsado y desterrados a 222 religiosos católicos, entre sacerdotes, monjas, seminaristas y otros.
Con el caso del padre French, se eleva a 223 el número de religiosos desterrados.
Régimen sigue reprimiendo a la Iglesia denuncia una Comisión estadounidense
Continúa la persecución a la iglesia
Recientemente, la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF), en una actualización sobre la situación de Nicaragua en este año 2024, denunció que los Ortega Murillo están utilizando las leyes sobre delitos cibernéticos y financieros, así como el registro legal de organizaciones sin fines de lucro y una ley sobre soberanía y autodeterminación, para perseguir a las comunidades religiosas y a los defensores de la libertad religiosa.
Un informe de esa comisión señala que los dictadores nicaragüenses continúan «reprimiendo» a la iglesia católica «por su defensa de los derechos humanos arrestando, encarcelando y exiliando arbitrariamente a clérigos y laicos, y cerrando y confiscando la propiedad de las organizaciones caritativas y educativas católicas».