A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos este próximo martes 5 de noviembre de 2024, la comunidad de migrantes nicaragüenses observa con atención las posturas de los candidatos Donald Trump y Kamala Harris.
Con una comunidad nicaragüense que asciende a más de 800 mil personas en 2024, el impacto de estas elecciones podría ser significativo, especialmente considerando que de los más de 200 mil nicaragüenses con un estatus legal para votar, la mayoría ha mantenido una inclinación por el Partido Demócrata en las últimas dos décadas.
Analistas políticos consultados por Nicaragua Investiga, señalan que la comunidad nicaragüense, que históricamente ha votado en un 60% por los demócratas, parece mantener esa tendencia. Sin embargo, la elección de este año plantea interrogantes sobre la dirección que tomará el voto nica.
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Tema migratorio determinante en elecciones
El politólogo nicaragüense y director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, dijo a Nicaragua Investiga que la propuesta electoral de ambos candidatos sobre América Latina ha girado en torno a un enfoque sobre la migración, ya sea por la vía de expulsión -en el caso de Trump- o por contención -como propone Harris.
“Harris ha propuesto continuar abordando los problemas de las causas de la migración, y expresado su crítica hacia Venezuela. Su equipo de campaña ha hecho referencias a mantener una posición crítica sobre Nicaragua. Mientras, en el lado del equipo del expresidente Trump, la retórica ha sido más aislacionista, de menor involucramiento con la región, tal vez con algunas excepciones mencionadas con Guatemala u Honduras”, indicó el especialista.
Por su parte, el experto en Derecho Internacional y analista político nicaragüense en Estados Unidos, Harold Rocha, expresó que es difícil saber con exactitud cómo votarán los nicaragüenses en Estados Unidos.
Sin embargo, mencionó que la política exterior hacia Nicaragua suele ser independiente de la postura electoral de los candidatos.
“Si bien un presidente en teoría puede ajustarla a sus prioridades y estilo, con relación a Nicaragua no se observa que ocurra con frecuencia. El expresidente Trump suele ser más estridente, pero si se analiza bien, su política fue bastante parecida en la práctica a la del presidente Biden”, recalcó el catedrático.
Ambos analistas coincidieron que en términos de política exterior, los dos candidatos presidenciales tienen visiones contrastantes que pueden influir en la situación de los nicaragüenses.
Harris ha enfatizado la necesidad de abordar las causas de la migración y ha prometido una crítica constante hacia Nicaragua, lo que podría traducirse en una mayor presión sobre el régimen de Ortega.
Por otro lado, la postura de Trump ha sido más evasiva, con un enfoque que prioriza el distanciamiento y un menor involucramiento con América Latina.
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Centroamérica en agenda de Estados Unidos
Rocha considera que Centroamérica es prioritaria para el gobierno de Estados Unidos, entre otras razones, por su proximidad geográfica y larga trayectoria de historia compartida.
“Es previsible que continúe estando en primer orden de agenda de trabajo para quien salga ganador en las elecciones de la próxima semana”, manifestó el experto.
También comentó que la política exterior hacia un Estado con el que se mantienen relaciones diplomáticas se basan más en el consenso y cooperación que en el castigo y la presión.
«El CAFTA es un acuerdo comercial con 20 años de antigüedad. Hay necesidad de revisarlo y eso no necesariamente obedece a estrategia de presión», respondió al ser consultado si se prevé un escenario de mayores sanciones al régimen de Nicaragua.
Por su parte, Orozco advirtió que la experiencia de la política hacia Nicaragua durante el período del presidente Trump mostró un distanciamiento con el apoyo a sanciones y de manera similar a la administración Biden, muy poco seguimiento al cumplimiento legal con las leyes impuestas de Nica Act o Renacer respectivamente en ambas administraciones (Trump y Biden).
Nicaragua no ocupa prioridad
“En referencia al tono empleado, es posible que una administración Trump adopte un tono más controversial dependiendo de a quien se le dé luz verde para abordar Nicaragua. Sin embargo, como país frente a la agenda regional, Nicaragua no ocupa una prioridad significativa”, comentó el experto.
En este contexto, la comunidad nicaragüense no solo se enfrenta a la incertidumbre política de Estados Unidos, sino que también debe considerar cómo su voto podría influir en el futuro de Nicaragua, marcado por la crisis política y la migración, derivadas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.