A través de una llamada telefónica y de manera abrupta, el embajador de Nicaragua en Panamá, Marvin Ernesto Ortega Rodríguez, se negó a brindar ayuda a un grupo de nicaragüenses que le solicitó un vuelo de repatriación debido a que han perdido sus empleos y sus hogares producto de la pandemia del COVID19.
Una joven de 24 años de edad contactó al diplomático en nombre de más de 200 nicaragüenses para solicitar la ayuda y mientras trataba de explicarle la situación, el embajador la interrumpió violentamente. «A ver, sin darle vueltas. ¿Qué necesitas?» respondió el diplomático.
– «Yo necesito saber si hay probabilidades de que usted nos pueda apoyar para que se haga un retorno a nuestro país», consultó la joven
– «Vaya y resuélvalo con el gobierno panameño que él es el que le prohíbe la salida. Primero usted resuelva eso y después me llama»
– «Yo ya averigüé en el consulado panameño y me dijeron que me tengo que avocar…»
– «Perdóname (interrumpe el embajador a la joven) no existe aquí un consulado panameño»
Pero el momento más grotesco de la llamada se dio al final cuando el embajador minimizó la solicitud aduciendo que no era su obligación repatriarla.
– «Pero usted que es parte del consulado debe ayudar a sus nacionales, pienso yo» le reclamó la joven.
– «Sí pero yo no tengo la obligación de repatriarla» concluyó abruptamente el embajador.
En los últimos meses, desde que estalló la pandemia del COVID19 en el mundo, muchos países han organizado vuelos de repatriación para sus nacionales. Incluso semanas atrás, la Unión Europea y el gobierno de Alemania junto al Gobierno de Daniel Ortega facilitaron un vuelo de repatriación para ciudadanos europeos que se encontraban varados en nuestro país.
Nicaragüenses demandan ayuda al gobierno de Daniel Ortega
Nicaragua Investiga contactó a los nicaragüenses que se encuentran varados en Panamá y demandan a las autoridades nicaragüenses que les ayuden a regresar al país porque se mantienen en zozobra, sin dinero, sin comida y algunos de ellos no tienen donde vivir.
«Somos 200 personas, todos nicaragüenses despedidos de sus trabajos. Hay familias con bebés, mujeres embarazadas» y demás personas con complicaciones explicó Arbenis Valdivia, uno de los nicaragüenses que no ha podido retornar al país.
Valdivia comenta que debido a la pandemia del COVID19, muchas empresas en Panamá han cerrado o han hecho recorte de personal y muchos nicaragüenses han quedado en el desempleo y en la mayoría de los casos sin liquidación.
Jennifer Pavón es otra de las nicaragüenses varadas en Panamá. Ella está junto a su esposo y sus hijos de 6 y 13 años de edad, y teme que el 30 de abril la desalojen de donde está alquilando junto a su familia porque ya no tiene para pagar el siguiente mes de renta.
La nicaragüense comenta que hace dos meses perdió su empleo de cocinera en un restaurante debido a la pandemia, al igual que su esposo quien se dedicaba a reparar piscinas desde hace más de un año que llegaron al país canalero.
Pavón detalla que del poco dinero que lograron conseguir ya se les está acabando y menciona «que uno necesita de la alimentación y en estas circunstancias no estamos para pedir gusto y si se puede hacer un tiempo o si no se prioriza a los niños que es lo principal».
«Queremos regresar a nuestro país porque allá por lo menos uno come tortilla con sal pero aquí no tenemos familia que nos apoye, no tenemos a nadie» agrega la nicaragüense.
Por su parte, Valdivia comenta que otros nicas que están en Panamá les han brindado apoyo. A algunos los han hospedado en sus hogares y les han aportado con comida. «Todos estamos en diferentes casas» y se comunican a través de un grupo de Whatsapp para tratar de hacer las gestiones pertinentes y encontrar el vuelo humanitario que los traiga de vuelta a Nicaragua.
Pavón también expresa que las pocas amistades que logró hacer durante su estadía en Panamá son las que le han estado ayudando con pequeñas donaciones de arroz, aceite u otros productos alimenticios para poder pasar el día.
Ante la negativa del embajador Marvin Ortega Rodríguez de ayudar a este grupo de nicaragüenses, Pavón asegura que están haciendo todo lo posible «para ver si podemos ser escuchados». Valdivia explica que también han enviado una carta a la Cancillería de Panamá para que los apoyen y establezcan contacto con el gobierno de Daniel Ortega y les brinden solución a su problema.
Según Valdivia, el embajador nicaragüense les dijo que costaba 2600 dólares por persona un vuelo humanitario hacia Nicaragua debido a que el Aeropuerto Internacional de Tucumán de la ciudad de Panamá no está funcionando debido a que el gobierno panameño cerró sus fronteras.
Los nicaragüenses consultados aseguran que todos están dispuestos a realizarse pruebas de COVID19 y someterse a una cuarentena de ser necesario, por si el gobierno de Daniel Ortega tiene temor que estén contagiados con el virus.
Al igual que Valdivia y Pavón, casi 200 nicas están en una situación similar y su única demanda es que sus autoridades nicaragüenses puedan facilitarles la ayuda que necesitan como ciudadanos de este país.
Este caso se une al de los 160 nicaragüenses varados en la Isla Gran Caimán desde hace dos meses porque el gobierno de Ortega no les ha permitido la entrada, incluso no ha permitido la entrada al país de dos vuelos que traerían a los ciudadanos desde el país caribeño.
- Foto principal: Bayano Digital/Panamá
Jaime López
abril 21, 2020 at 10:56 am
Ese tal embajadorcito come mierda es un inútil que no sirve para nada. Todo el personal que labora en dicha sede diplomática son unos hijueputas y no colaboran para que uno pueda resolver en algo la sitúacion que nos ah tocado. No sirven ni antes de esta pandemia ni ahora y mucho menos después… Al igual que el comemierda de Ortega no sirven para nada.. Están de adorno y para cobrar sus cheques sin trabajar… Embajada mierda de Nicaragua aquí en Panamá.
Madrigal Wiston
abril 22, 2020 at 10:52 am
Verdad que si este consulado de Nicaragua aca en Panamá no ayuda alas personas muy mala atencion y el embajador no deviera responder asi deviera de tener un poco de respeto no trates como tú no quisieras ser tratado y agan su trabajo bien que para eso les pagan no para andar dandose la gran vida con la plata del pueblo