Muchos en el sandinismo ven al dictador Daniel Ortega como un hombre de palabra, una persona en que se puede confiar, un líder de pensamiento único, sin embargo existen declaraciones que Ortega quisiera que nadie viera o escuche, sobre todo en la crisis actual.
En el año 2003 el entonces Secretario General del Frente Sandinista era partidario de adelantar las elecciones o eso le dijo al periodista de Esta Semana, Carlos Fernando Chamorro.
«O no hacemos reformas y dejamos las cosas como están, y esperamos al 2006 (elecciones generales) o adelantamos las elecciones, en estas elecciones ya de 2004 (elecciones municipales), hagamos ahí mismo las nacionales» declaró Ortega el 30 de noviembre de 2003.
Ante el comentario de Chamorro de que eso implicaría recortar el período del entonces presidente Bolaños, Ortega respondió que «eso tendría que ser voluntario de parte del presidente,» es decir, lo que ahora le falta a él, voluntad para solucionar la grave crisis política que vive el país.
«Si el presidente está de acuerdo en que para buscar ya como definir esta situación (se refiere a la crisis de ingobernabilidad que enfrentó en ese momento el ejecutivo liberal), y solucionar a través del voto popular y no de la confrontación. Adelantamos las elecciones y que ese resultado electoral nos permita a la vez con una mayoría de diputados, con 56 o más hacer las reformas que es necesario hacer en el poder electoral, en el poder judicial y en todos los poderes del Estado» dijo Ortega ese día.
En definitiva, Ortega pedía hace 15 años lo que ahora está negando al pueblo nicaragüense, unas elecciones abiertas y democráticas.
En el 2003 Nicaragua era gobernada por Enrique Bolaños quien había sido vicepresidente de la República en la época de Arnoldo Alemán. Bolaños ganó a Ortega las elecciones presidenciales de noviembre de 2001 con el 56% de los votos válidos.
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