Desde el sector privado se han establecido algunos datos preliminares respecto a las afectaciones que ha dejado el paso del huracán Iota en la producción nacional. Entre los principales productos afectados hasta este momento se encuentran las hortalizas y el frijol, los cuales además son primeros rubros de consumo interno. Y aunque aún es pronto para determinar pérdidas exactas, preocupan las afectaciones tanto a nivel de seguridad alimentaria como a nivel de exportaciones.
Los reportes preliminares indican que en Sacacli, Jinotega, donde se produce alrededor del 25% de hortalizas a nivel nacional, se registran pérdidas entre el 70% y 80% de lo que se tenía sembrado y los daños se presentan no solo en la producción sino también en la infraestructura. El monitoreo indica hasta ahora que las áreas más afectadas de productos de consumo interno fueron las hortalizas debido a su delicadeza, seguido del frijol, maíz y el arroz.
En cuanto a productos de exportación, Álvaro Vargas, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua, (Upanic), sostiene que «el maní está en el borde del precipicio» ya que existe un retraso de dos semanas para el inicio de la cosecha, además la lluvia retrasa la maduración y pueden verse problemas de hongos. Pero todavía esperan que no se afecten las exportaciones.
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El daño de al menos 1,200 kilómetros de caminos de sectores productivos debido a las fuertes lluvias impidió que el pasado martes se acopiaran al menos 300 mil litros de leche en 25 de los 36 centros de acopios certificados a nivel nacional. Hasta que estos no sean restablecidos se desconoce cuándo volverá a realizarse el acopio. Michael Healy, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), enfatizó que la prioridad es la reparación y mantenimiento de los caminos de las zonas afectadas por el paso de los dos huracanes.
Pero Álvaro Vargas, señala que el restablecimiento de los caminos afectados por los deslaves, y caídas de árboles y puentes, depende de la disposición de recursos del gobierno, por lo que se está a la espera de cuándo estaría restableciéndose comunicación con las zonas afectadas.
La cosecha del café también se ha visto afectada por las lluvias, sobre todo en las zonas bajas, donde podría producirse una maduración acelerada del grano y además se han presentado enfermedades por hongos, problemas que según el presidente de Upanic pueden atenderse pero requerirán mano de obra.
¿Podría haber un desabastecimiento?
Aunque aún es pronto para determinar el verdadero impacto del huracán sobre la producción, Vargas asegura que desde Upanic no prevén un desabastecimiento de ningún grano en la canasta básica que ponga en riesgo la seguridad alimentaria del país. Pero estos datos continúan siendo inciertos, como es el caso del azúcar, para el cual se considera que hay inventario suficiente para cubrir hasta el 10 de diciembre pero «esperan sea suficiente».
Nicaragua produce alrededor de 4 millones y medio de quintales de frijol en tres ciclos, siendo la postrera el de mayor producción, que es justo la cosecha que estaba terminando de sacarse, por lo que las pérdidas podrían ser considerables aunque no se cuentan con datos preliminares. Alrededor del 45% de las cosechas son de postrera, es decir que hoy están en riesgo 1.4 millones de quintales de frijol.
Hasta el momento técnicos de Upanic han podido identificar perdidas de hasta el 40% al 70% de la producción del frijol en zonas específicas como Matagalpa y Jinotega, pero esta producción aseguran no corresponde a postrera.
A pesar del gris panorama, Vargas considera que no habrá un desabastecimiento debido a que en la primera producción el invierno fue bastante favorable para el sector agrícola y se lograron producir 900 mil quintales, que posiblemente las cooperativas y productores tienen almacenados. Pero, aunque se asegure el abastecimiento, la realidad es que el precio se verá afectado y eso hará que las exportaciones del frijol nicaragüense pierda competitividad a nivel centroamericano.
En cuánto al arroz, que se cultiva por medio de inundación, también se ve afectado pues los vientos provocan la caída de la planta, haciendo que el grano entre en contacto con el agua y se afecte su calidad. En este ciclo de riego en el cual se encuentra, aún quedan pendientes entre 6 mil y 7 mil por cosechar, que son las que están en riesgo en estos momentos tras Iota. Sin embargo, Vargas recuerda que Nicaragua importa alrededor del 25% del arroz de Estados Unidos, por lo que cualquier perdida sería reemplazada con la importación de un poco más de producto.
En el caso del maíz las afectaciones se consideran menores a las del arroz y el frijol. Aunque sufrió algún daño en producción y calidad, antes de cosecharse se doble la planta por lo que logra mantenerse y no cree que vayan a haber grandes perdidas, aunque seguramente también afectará el precio.
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El maíz, el frijol y el arroz representan la base de la alimentación nicaragüense, por lo que desde el sector privado se considera que se cuenta con seguridad alimentaria ante las bajas probabilidades de un desabastecimiento de estos tres rubros. Pero sí se espera que los precios de algunos productos se vean afectados debido a las perdidas y disminuciones enfrentadas actualmente, sobre todo en el frijol que es uno de los principales productos de consumo en Nicaragua.
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