La crisis sociopolítica de Nicaragua ha dejado desde 2018 a más de 100 mil nicaragüenses exiliados según información de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Frente a los comicios electorales este 2021, la diáspora nacional permanece atenta a la posibilidad de ejercer su derecho al voto a la distancia.
De hecho, durante los últimos días se viralizó en redes sociales una campaña fomentando el voto desde el extranjero. Gonzalo Solís Lezama, quien se encuentra exiliado en España, explica a través de un video que la iniciativa “pretende exigir que no se les niegue el voto de los nicaragüenses en el exterior ya que es una demanda de años”.
Según detalla, el compromiso ha sido firmado por el equipo de pro reformas electorales suscrito a la Coalición Nacional y se trata de “una moción que sale de Zaragoza respaldada por las demás organizaciones en España, y se espera que esta denuncia se eleve en países como Costa Rica, Estados Unidos y Panamá”.
La ley electoral 331 permite determinar e inscribir el número de ciudadanos nicaragüenses en el exterior con derecho al voto. Sin embargo, desde hace varios años expertos han denunciado que no ha existido voluntad política para hacer cumplir este artículo y facilitar a los residentes en el exterior el ejercicio del voto.
Voto de exiliados no será posible
Luis Barreto, ex asesor dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores con experiencia en temas electorales, destaca que mientras no haya un cambio de gobierno es imposible que los nicaragüenses voten en el exterior pues “las juntas receptoras estarían totalmente custodiadas y vetadas a los votantes que no son del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en cada sede consular”.
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El experto explica que para que pueda haber votación en el exterior esta debe hacerse a través de los consulados como si fuesen una junta receptora, el problema es que para ello “tendrían que ser consulados imparciales” pues “si estamos en manos de consulados que los domina el régimen, entonces yo me inscribo y no me van a tomar en cuenta”. Asimismo, destaca que actualmente los refugiados no tienen la confianza para acercarse a los consulados en otros países porque consideran que “los van a fichar”.
“No se puede poner en pleno la votación en el exterior hasta que no haya un cambio de gobierno, porque si se hiciera, iríamos en desventaja, solo los sandinistas votarían porque el consulado está dominado por ellos” agrega.
“No todo está perdido”
Barreto cuestiona que el grupo pro reformas no ha separado hasta ahora las reformas entre categorías de pre facto (que se hacen antes de la elección), in facto y post facto. Además, destaca que algunas de estas —como la no reelección y la eliminación de la diputación regalada— requieren que sean realizadas en dos legislaturas, una que debió realizarse en 2020 y una segunda este año 2021.
Pero destaca que el mismo artículo 133 establece una excepción que permite crear dos legislaturas en un mismo año, algo que duda que llegue a ser implementado por las autoridades pero insiste en que “hay un mecanismo y no está todo perdido”.
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El experto destaca que el voto en el exterior representa un impacto de poco más del 10%. Debido a su importancia, Barreto considera que lo primero es que el Consejo Supremo Electoral (CSE) lo reconozca dentro de sus artículos para que las sedes consulares puedan recibir a votantes en el exterior y certifique sus votos.
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