La controversia surgida días atrás a través de las redes sociales entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y la única congresista estadounidense de origen centroamericano, Norma Torres, escaló recientemente con declaraciones de un legislador y un asesor especial de Estados Unidos sobre lo que a juicio de estos estaría incurriendo el líder salvadoreño: supuesta interferencia electoral.
Bukele instó a principios de mes a los votantes de un distrito de California a votar contra la legisladora Torres, de origen guatemalteco. En uno de los tuits fue muy directo: «Espero que todos mis hermanos salvadoreños, mexicanos, hondureños, guatemaltecos, dominicanos, venezolanos y todos los latinoamericanos del Distrito 35 de California NO VOTEN por @NormaJTorres (…) No trabaja para ustedes, sino para mantener a nuestros países en el subdesarrollo».
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Este miércoles, en una audiencia de la Cámara de Representantes, el enviado especial de la Casa Blanca para el Triángulo Norte, Ricardo Zúñiga, dijo que «es inaceptable bajo cualquier circunstancia» y lo catalogó como «interferencia» en el proceso político estadounidense.
Minutos antes, el legislador demócrata Albio Sires acusó en el mismo evento a Bukele de «interferir» en las elecciones de Estados Unidos, advirtiendo que si continúa haciéndolo, el hecho será enfrentado como «una amenaza de seguridad nacional». El evento en cuestión había sido programado para abordar el tema de las causas de la inmigración desde Centroamérica hacia Estados Unidos.
«En las últimas semanas, funcionarios del gobierno salvadoreño han intentado desacreditar a miembros individuales del Congreso de Estados Unidos», dijo Sires, en alusión a los tuits de Bukele sobre el futuro político de Torres.
«Desafortunadamente, esta campaña para manipular la percepción pública ha sido apoyada por millones de dólares en pagos a los lobbistas», afirmó Sires el miércoles.
La reacción del Caucus Hispano del Congreso de Estados Unidos
En una declaración pública la pasada semana, el Caucus Hispano de Estados Unidos ya había salido a criticar a Bukele en defensa de Torres.
«La semana pasada, en una serie de tuits, el Presidente Salvadoreño Nayib Bukele atacó a un Miembro del Caucus Hispano del Congreso (CHC), la Congresista Norma J. Torres (CA-35)», indicó el texto. «El Caucus Hispano del Congreso denuncia fuertemente los recientes ataques (…) Desafortunadamente, la reciente serie de ataques personales contra la Congresista Torres solo sirve para minar sus esfuerzos y los de nuestro Caucus para construir una relación entre Estados Unidos y El Salvador que beneficie a la gente de ambos países».
Anteriores pedidos de moderación al presidente Bukele
No es la primera vez que legisladores estadounidenses solicitan al presidente Bukele moderación en su política de gobierno. La toma de militares armados al Congreso en febrero de 2020 desató la primera serie de cartas enviadas desde Estados Unidos, pidiendo compostura en las acciones, pero el hecho parece haber tensado las relaciones entre ambos países.
Ahora los legisladores estadounidenses ya no le hacen recomendaciones al gobierno salvadoreño, sino advertencias.
«Es totalmente inapropiado que un líder extranjero interfiera en las elecciones al Congreso de Estados Unidos. Continuaremos trabajando con valentía para promover una visión para este hemisferio en el que prevalezcan los valores de la democracia, los derechos humanos, la civilidad y el respeto mutuo», indicaron los legisladores del Caucus Hispano la otra semana.
¿Quién es Bukele?
El presidente Bukele, de 39 años, fue visto en su momento como el líder que desconfiguró el mapa político salvadoreño de los últimos 30 años. En 2019 derrotó en las urnas a la derecha y a la izquierda, y dos años después, en febrero de 2021, elevó su popularidad y logró ampliar su proyecto político: la mayoría del Congreso de los próximos tres años la presidirá el partido Nuevas Ideas, que apoya el Presidente.
Pero el mandatario salvadoreño ha sido conocido internacionalmente no solo por la ruptura de ese bipartidismo en El Salvador, sino por las acciones implementadas desde su gobierno, como la toma armada del Congreso y los dimes y diretes con los opositores, la prensa y los funcionarios extranjeros, algo por lo que ha sido criticado en más de una ocasión.
Incluso, Bukele lleva recibiendo cartas de congresistas demócratas y republicanos de Estados Unidos desde el año pasado. Y aunque había restado importancia a la mayoría de ellas aduciendo que se trataba de grupos minoritarios de legisladores que buscaban condenarlo, el 1 de abril de este año decidió responder directamente a una que lo señaló como «dictador narcisista».
¿Quién es Norma Torres?
La legisladora Torres representa al Distrito 35 de California, es de origen guatemalteco y ha sido senadora estatal y alcaldesa de la ciudad de Pomona. Ahora desafió al mandatario salvadoreño al acusarlo de no darle importancia a las causas por las que los salvadoreños huyen hacia Estados Unidos, en un momento en que la crisis en la frontera con México llega a niveles no vistos desde hacía 15 años.
Esto no le sentó bien a Bukele. Por eso fue justamente que pidió a los residentes del Distrito 35 de California no votar por Torres en las próximas elecciones.
Críticas… y algunos halagos a Bukele desde Estados Unidos
Este miércoles, el legislador Sires dijo incluso que «miembros del Congreso están recibiendo amenazas de muerte y hostigamiento como resultado» de estas acciones que atribuyó a Bukele.
Sin embargo, en la misma declaración reconoció que durante su mandato, Bukele «ha logrado una reducción histórica de los delitos violentos». Expuso que «lo más importante es que ha dado esperanza a los salvadoreños y merece crédito por ello».
Pero afirmó seguidamente: «La diplomacia no es un camino de un solo sentido. La exposición a las críticas es una de las cargas del liderazgo».
¿Qué esperar?
Toda esta controversia que va subiendo de tono se da en momentos en que el gobierno de Joe Biden trabaja estrechamente con los países de la región, y específicamente con el Triángulo Norte, para abordar las causas de la inmigración desde estos países hacia Estados Unidos. Biden incluso se ha propuesto dar un giro, -y en gran medida ya lo está haciendo-, respecto a las políticas de su antecesor, el expresidente Donald Trump.
Biden nombró incluso a la vicepresidenta Kamala Harris para supervisar directamente el tema y dar con las causas de un asunto que está costando vidas. Harris ha estado reuniéndose con líderes de la región, como el presidente de Guatemala Alejandro Giammattei. Se espera que pronto la vicepresidenta estadounidense viaje pronto a México y Guatemala.
En conversación con la Voz de América, el exvicecanciller para salvadoreños en el exterior, Luis Brito, mencionó elementos que son parte del contexto actual.
«La congresista Torres es una persona que ha venido trabajando por años en conjunto con la vicepresidenta Kamala Harris. Hoy, que el presidente Bukele se dirige a ella en los términos no tan corteses que se esperarían de un presidente, surge un apoyo natural», valoró Brito.
«Y aunque la vicepresidenta no se ha pronunciado públicamente, sí ha enviado mensajes. Se reunió con el presidente de Guatemala y de México, y nada más excluyó al presidente de Honduras, por obvias razones, y al de El Salvador», agregó.
Aunque Brito cree que las acciones de Bukele no erosionan la confianza entre El Salvador y Estados Unidos, sí ve una posible falla en las relaciones con la vicepresidenta Harris.
Este punto le preocupa a Napoleón Campos, experto en relaciones internacionales, política exterior e integración centroamericana.
«Los puntos de inflexión en la relación entre Estados Unidos y El Salvador iniciaron con la toma del recinto legislativo en 2020, y hasta hoy, el presidente Bukele no acaba de entender que para que el país acceda a la cooperación estadounidense debe haber buenas relaciones, y eso no está ocurriendo. Menos con la encargada del tema migrante, la vicepresidenta», dijo.
Campos cree que pretender acabar con la carrera política de una congresista estadounidense, que además es de origen latino y que conoce las necesidades de los países del Triángulo Norte, es socavar las relaciones con la vicepresidencia estadounidense, quien es la cabeza del equipo que trabaja en los temas migratorios para América Latina.
«No es posible que el presidente Bukele se atreva a atacar de esta manera a una congresista que necesitamos que levante la mano en favor de la causa migrante. ¿Acaso no sabe el presidente que el futuro de más de dos millones de salvadoreños que residen en Estados Unidos está en juego?”, dijo Campos.
La VOA solicitó la postura del gobierno salvadoreño, pero no hubo respuesta. Mientras Estados Unidos sigue siendo el país que más le compra y le vende a El Salvador, los gobiernos de ambas naciones aún no definen cómo será su política bilateral.
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