Los más pobres viven su peor momento. Tanto el Gobierno como los empresarios trasladan sus pérdidas a los trabajadores. Los que más pierden en medio de la crisis son los que menos tienen.
Cuando Estados Unidos sancionó a BANCORP y la familia Ortega-Murillo se vio obligada a disolverlo, ya se había asegurado de ordenar al Estado su compra para que cada uno de los nicaragüenses, a través de sus impuestos pagara esas pérdidas. A medida que a la familia en el poder se le cierran préstamos, donaciones y otro tipo de subvenciones por medio de sanciones internacionales, ellos se aseguran de mantenerse económicamente a flote aumentando impuestos, pagos por servicios estatales y reduciendo beneficios para los trabajadores.
La empresa privada aumenta el precio de sus productos para enfrentar la crisis o despide empleados para compensar las nuevas imposiciones tributarias. Las pérdidas son muchas, pero quien las paga al final son los mismos de siempre; los más pobres.
Aquí te presentamos una radiografía del panorama que enfrentan los trabajadores en Nicaragua a un año de la crisis sociopolítica, que se convirtió en una debacle económica.
Desempleo agobia
Datos oficiales de INIDE, el Instituto de Estadísticas y Censos del Gobierno, indican que el subempleo en el país llega al 44.9%, es decir, 44 de cada 100 personas tienen trabajos precarios en los que trabajan a cambio de salarios por debajo de la media y por ciertos periodos.
En tanto el desempleo es del 6.2%, lo que significa que seis de cada cien personas están sin trabajo. Aunque las cifras podrían ser mayores. Esta encuesta se realizó en octubre de 2018, a solo seis meses de iniciada la crisis, y además, no existe mucha confianza sobre las estadísticas oficiales.
Un informe de la Fundación para el Desarrollo Económico y Social, FUNIDES indica que desde abril 2018, unas 400 mil personas perdieron su empleo, de esas 130 mil tenían contratos formales.
Más pobreza
Ese mismo informe indica que 30% de la población nicaragüense pasará al umbral de la pobreza este 2019, es decir, vivirán con dos dólares o menos por día.
La situación empeorará a medida que la crisis se prolongue en el tiempo. El Informe Mundial de Ultrariqueza publicado en 2013 indica que en Nicaragua hay 190 multimillonarios. Solo ellos están supuestos a sobrevivir sin problemas una crisis indefinida.
Pagar más al Estado
El salario de los trabajadores se ve francamente deteriorado debido a varios factores. En primer instancia tenemos una reforma fiscal ordenada por Ortega a principios de año que aumentó la cuota que pagan los trabajadores en un 0.75%, pasando del 6.25% al 7%, es decir, usted debe aportar al INSS, 7 córdobas por cada 100 que devengue.
La cuota patronal, pagada por los empleadores aumentó en un 3.25%, y como las empresas no consideran bajo ninguna circunstancia asumir las pérdidas, optan por dos caminos: despidos o traslado de costos al producto o servicio que ofrecen, lo cual al final siempre termina afectando a los trabajadores.
Parece un escenario momentáneo, mientras dure la crisis, pero lo cierto es que las consecuencias también comprometieron nuestro futuro. Los trabajadores que se jubilen a partir de ahora recibirán un 35% menos de pensión.
Menos capacidad de compra
Una reforma fiscal usada a último momento por Ortega como método para enfrentar la crisis económica que vive el país, provocó aumentos de entre el 9 y 15% de productos de consumo regular. Afectando significativamente la economía de las familias pobres.
El costo de la canasta básica alcanza los 13 mil córdobas, sin embargo el salario mínimo promedio es de 5,642 córdobas, aunque en términos específicos varía entre los 4 mil y 9 mil córdobas en dependencia de cada sector, en la mayoría de los casos no encaja con el costo de vida actual. La situación empeora porque este año por acuerdos entre el Gobierno y la empresa privada no habrá aumento del salario mínimo.
Aumentan servicios básicos
Desde diciembre de 2018 a la fecha, la tarifa de energía eléctrica ha aumentado en un 4%. Además el Gobierno reduce de manera gradual el subsidio a este servicio, que favorecía a los más pobres, como consecuencia las familias han recibido con asombro facturas de energía que superan por mucho lo que regularmente pagaban.
En tanto, desde enero el precio de los combustibles, controlado por Ortega, quien tiene a su cargo la importación a través de ALBANISA y parte de la distribución a través de PETRONIC, ha aumentado un 20%. Esto impacta directamente en los precios de productos y servicios en general.
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sinibaldi1
mayo 12, 2019 at 6:37 am
La douceur des désirs innés.
La fleur paraît
dans le calme
de l’après-midi,
j’écoute la chanson
éternelle du soleil
et la voix solitaire
de la nouvelle
saison.
Francesco Sinibaldi