Hasta el mes de julio, la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) ha registrado un total de 46 femicidios y 76 casos de femicidios en grado de frustación; una problemática de gran incidencia en el país.
El femicidio se define como el asesinato intencional de una mujer por el hecho de ser mujer. En Nicaragua, el registro de estos casos resulta un reto ya que la legislación reconoce únicamente como femicidios aquellos que son perpetrados por quienes mantienen o alguna vez tuvieron una relación de pareja con la víctima, desconociendo otras motivaciones relacionadas con el género.
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Católicas por el Derecho a Decidir se dedica a realizar un monitoreo mensual de estos crímenes en contra de las mujeres. Según este último comparativo publicado, la mayoría de femicidios han sido perpetrados en contra de mujeres entre los 18 y 59 años de edad.
De los 46 femicidios reportados, 8 ocurrieron en el exterior, la mayoría de estos en Costa Rica —país al que más suelen migrar las mujeres nicaragüenses en búsqueda de un trabajo y mejores condiciones de vida—. A nivel nacional, los departamentos de mayor incidencia fueron Managua, las Regiones Autónomas de la Costa Caribe, Nueva Segovia y Jinotega.
Los casos de femicidios no solo ocasionan daños sobre la víctimas, sino también sobre sus familiares; los asesinatos acumulados hasta este pasado mes han dejado un total de 53 niños y niñas en la orfandad. Durante el año 2020, se reportaron un total de 115 menores huérfanos producto de estos crímenes.
Estado de los casos
De los 46 casos reportados, 14 femicidas se encuentran enfrentando un proceso judicial dentro del país, y en el extranjero solo 3 de los 8 responsables están enfrentando algún tipo de proceso. En cuánto a sentencias, han logrado emitirse un total de 7.
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El resto de casos continúan sin resolverse. De estos, 7 femicidas han logrado darse a la fuga y 10 casos han quedado en la impunidad. Otros dos se encuentran bajo investigación; y en el caso de los otros dos agresores, cometieron suicidio tras cometer el femicidio.
«Invisibilizar los femicidios, no proteger la vida de las mujeres y niñas, que las autoridades no atiendan con la debida prioridad y diligencia las denuncias que pudieron salvar vidas; los convierte en cómplices de estos delitos» apunta la organización CDD durante su último informe.
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