El férreo control que ejerce el presidente Daniel Ortega y su familia en Nicaragua ha valido para que Latinobarómetro, en su informe 2021, catalogue al país como un “sultanato”.
La publicación asegura que los comicios del 7 de noviembre, en los que Ortega y esposa Rosario Murillo pretenden reelegirse una vez más como presidente y vicepresidenta, son más que nada una seudo elección, con la que buscan legitimarse.
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«Hoy el régimen de Daniel Ortega es una suerte de “sultanato” formado por sus familiares, quienes controlan los centros de poder del Estado. Nicaragua pasó de la dictadura de derecha con Somoza a una dictadura de izquierda de quien lo derroca, con un breve período democrático entre ambos», explica.
Latinobarómetro afirma que el “sultanato” de los Ortega “comenzó a construirse en 2017, cuando nombró vicepresidenta a su esposa Rosario Murillo”. Además refiere que la última elección presidencial en Nicaragua fue “definitivamente la farsa de una dictadura familiar”.
Ortega, décadas en el poder
También destaca que Ortega ejerció el poder en Nicaragua de 1979 a 1990 y luego de manera indefinida desde el 2007. “En total, Ortega lleva más de 30 años en el poder, y es el gobernante latinoamericano que más tiempo ha permanecido como “presidente”, subraya.
«Su familia cogobierna con él, partiendo por su esposa Rosario Murillo, vicepresidenta designada en 2017. Como diría Juan Linz, Nicaragua pasa con ello a ser un “sultanato” más que una democracia. El país dejó de ser democracia y en esta seudo elección se está comportando como una dictadura al apresar a los candidatos opositores. Los hechos impiden del todo llamar las elecciones de noviembre “una elección”; se trata, más bien, del uso del mecanismo electoral, por un dictador, para vestirse de legitimidad», explica.
En su análisis, Latinobarómetro dice que gobiernos “sin una segunda oportunidad”, que “venían en declive junto con sus democracias desde inicios de la década de 2010”, “llegaron a fines de 2018 al annus horribilis con la caída de Nicaragua y Venezuela desde su condición de democracias para entrar en la categoría de autocracias y dictadura”.
Hay que señalar que en Nicaragua los hijos de la pareja presidencial fungen como asesores presidenciales, destacando Laureano Ortega como «Asesor para las Inversiones y la Cooperación Internacional». De la misma manera, el director de la Policía Nacional es el primer comisionado Francisco Díaz, consuegro de Ortega.
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