A lo largo de los últimos casi cuatro años Daniel Ortega ha exigido a Estados Unidos, Canadá y Unión Europea que detengan las sanciones, aunque a decir verdad estas no han tenido un impacto significativo en su administración, salvo en algunas de empresas familiares, ya que en el caso de los funcionarios sancionados, lo que hecho es esquivarlas, traspasando funciones administrativas a otros leales.
Pero no hay delegado sandinista que en cualquier foro internacional no pida que se detengan lo que llaman “medidas coercitivas ilegales”. Con la invasión de Rusia a Ucrania, el régimen Ortega ha visto de lo que es capaz la comunidad internacional haciendo uso de medidas diplomáticas y económicas sin precedentes. En este sentido ¿qué pasaría si Estados Unidos y el resto de potencias occidentales deciden sancionar a Nicaragua como lo está haciendo con Rusia?
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“Sería un colapso completo”, afirma un analista que prefiere no se publique su nombre para evitar represalias.
Razones no faltan para esperar algo así. Rusia, un gigantesco país con 1,483 billones de dólares de PIB al cierre del 2020, que envía naves al espacio, que tiene gigantescos recursos naturales y una importante infraestructura industrial en todas las ramas, en menos de una semana ha visto cómo su economía cae a pique.
Nicaragua, por su parte, cerró el 2020, según el Banco Mundial, con un PIB de apenas 12.62 mil de millones, de allí que no es está precisamente preparada para soportar una embestida de ese tipo, ya que se trata de una economía agropecuaria y extractiva dependiente de las reglas del mercado, de las remesas y del intercambio comercial con EEUU, principalmente.
“Las empresas, el gobierno, prácticamente todo se vería afectado, la economía de las familias. Sería un caos en el que la administración Ortega quedaría sin la posibilidad de poder reaccionar para, digamos, acolchonar el impacto de sanciones”, asegura el analista.
El país colapsaría en pocos días
El exdiputado liberal y analista político Eliseo Núñez manifiesta por su parte que algo que está viendo Ortega es que «las sanciones que le han puesto a él son ínfimas comparadas que le pueden poner».
«Si le pusieran sanciones como estas el país básicamente colapsaría en pocos días», sostiene.
Núñez afirma que si bien Rusia vería reducida su economía, podrá seguir exportando gas a China, lo cual le permitirá a Vladimir Putin sobrevivir. «Sin embargo, ¿Nicaragua qué puede vender? Nicaragua no puede vender nada, es decir, si le ponen sanciones como esta la economía quiebra en pocas semanas. Ortega hoy se da cuenta de que realmente él no ha enfrentado el peor panorama», advierte.
La embestida contra Rusia
Una de las medidas más duras impuestas a Rusia por Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y Canadá fue la exclusión de varios bancos del sistema financiero SWIFT. Este sistema permite movimientos de pago en más de 11 mil instituciones bancarias alrededor del mundo. Es decir, esas instituciones rusas quedaron aisladas del sistema financiero internacional.
Igualmente le fueron canceladas las reservas al Banco Central de Rusia, se restringió el espacio aéreo a aviones rusos, y se congelaron los activos a los oligarcas rusos Si eso no es suficiente, el presidente Joe Biden dijo el pasado 1 de marzo en su Discurso del Estado de la Nación, que Rusia «no tiene idea de lo que viene».
«¿Vos te imaginás lo que significa que Nicaragua sea excluida del sistema SWIFT, que la empiecen a excluir de cuanto organismo existe. Se convertiría en un paria internacional. Lo más parecido que hemos visto en los últimos años son las sanciones a Venezuela, pero estas que están lloviendo sobre Rusia son algo sin precedente. En el caso de Nicaragua, que no tiene grandes recursos naturales, que es un cero a la izquierda en el concierto internacional, y que actúa como arrimada de potencias como Rusia o China, lo que significaría es una quiebra completa, un caos total”, indica el analista bajo condición de anonimato.
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Sanciones, por el momento, no ponen en riesgo a Ortega
En noviembre del 2021, el presidente Joe Biden promulgó la Ley Renacer, la que permite aplicar sanciones más fuertes al régimen Ortega, entre estas el bloqueo de financiamiento en los organismos multilaterales. La ley también pide revisar la participación de Nicaragua en el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR).
EEUU «utilizará todas las herramientas diplomáticas y económicas a su disposición para apoyar al pueblo de Nicaragua», advirtió el presidente Biden.
Más de tres meses después, aún no se ve la aplicación de la ley ni ninguna otra medida que realmente implique mayor presión al régimen y lo obligue a ceder ante las demandas de liberar presos políticos, el fin de la represión y la democratización del país.
El sociólogo y economista Óscar René Vargas reconocía hace dos meses que las sanciones aplicadas hasta ahora no ponían en riesgo la supervivencia del régimen. “De momento ni norteamericanos ni europeos se plantean derrocar a Ortega. Advierten, sin especificar, de mayores sanciones en caso de continuar la escalada dictatorial y represiva, sin embargo, no contemplan penalidades económicas para arrinconar al dictador a negociar”, manifestaba.
“Ni EE.UU, ni la Unión Europea han sido capaces de poner en marcha una estrategia exitosa, se están quedando sin opciones”, expresaba Vargas.
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