En Estados Unidos se encuentra junto a sus dos hijas, Yadira Leets, exnuera de Daniel Ortega, una de las más importantes piezas del entramado de corrupción que ha tejido la familia Ortega en los últimos 15 años en que ha estado al frente de Nicaragua.
Se desconoce qué hace Leets en Estados Unidos ni cómo logró que le permitieran ingresar a ese país, ya que si bien no figuraba entre los sancionados directamente por la Casa Blanca, su nombre sí era mencionado por ser la exesposa de Rafael Ortega y quien ha estado involucrada en varios de los negocios, que según Estados Unidos, la familia presidencial ha usado para lavar dinero.
Leets es una poderosa ejecutiva del régimen y hasta el 2018 estuvo a cargo de la gerencia de la Distribuidora Nicaragüense de Petróleos (DNP), empresa sancionada por Estados Unidos en diciembre del 2019, junto a Zanzíbar, otro de los conglomerados empresariales manejados por ella y su exesposo.
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Su retiro de la empresa no fue total, debido a que continúo dando órdenes y manejándola a través de un delegado, según una fuente que trabaja en la empresa y que prefirió no ser citado.
“Ella dejó de figurar oficialmente a finales del 2018, en su representación se nombró a Aníbal López, sin embargo, en los años subsiguientes seguía despachando desde otras oficinas, ya que temas importantes eran abordados por ella en reuniones con altos directivos de DNP, fuera de la compañía. A menudo, frente a grandes cambios en la organización, Aníbal López solía comentar que eran órdenes de Yadira”, dijo la fuente a Nicaragua Investiga.
Una pieza fundamental de las empresas familiares
El 20 de febrero del 2022 el medio de comunicación Confidencial publicó una investigación en la que destacó la red de 22 empresas privadas manejadas por la familia Ortega a costa del Estado nicaragüense.
De acuerdo a la investigación, Leets llegó a figurar como accionista y directiva en cinco de esas empresas.
«Yadira es el enlace de la familia presidencial con todos esos negocios. De hecho en las investigaciones vos podés ver su protagonismo con la participación clara en una serie de sociedades petroleras, medios de comunicación, donde la familia presidencial tiene intereses. Quizá el caso más emblemático es el de DNP, porque se trata de una red de gasolineras que pasó a manos privadas vinculadas a la familia presidencial, donde ella nunca figuró como socia directamente, pero sí tuvo un poder ilimitado dentro de la empresa en su carácter de gerente general y los socios resultaron ser empleados afines al presidente», explica a este medio de comunicación el periodista Octavio Enríquez, quien llegó a cabo esa investigación.
Legalmente dueña de Canal 8
Efectivamente, Yadira Leets ha sido fundamental en el desarrollo del poderoso conglomerado mediático de los Ortega. Por ejemplo, en 2015 era la presidenta de CODISA, que maneja Radio Sandino, La Tuani, Futura, Clásica y Viva FM. Estas radios tienen su centro de operaciones en Tiscapa, donde también tiene sus oficiales Rafael Ortega.
Siempre se ha manejado que el propietario del Canal 8 es Juan Carlos Ortega, otro de los hijos de Ortega. Ese canal fue adquirido por la familia presidencial en el 2010 por una cifra que se manejó en unos 10 millones de dólares, aunque nunca se supo el monto exacto.
No obstante, en noviembre del 2020 la agencia Reuters reveló que «Canal 8 es propiedad de Yadira Leets».
Reuters se amparó en documentos tributarios no revelados de principios de ese año. La agencia señaló que no estaba claro si Leets estuvo implicada en la compra del canal televisivo, pero que los documentos la identifican «como la propietaria mayoritaria».
Una ejecutiva que lograba buenos contratos
La fuente que habló a Nicaragua bajo condición de anonimato, considera que Leets es una persona agradable y, cuando había dinero, irradiaba mucha empatía, aunque en realidad al momento de la crisis que hubo tras las sanciones, hubo cambios.
“Yadira Leets a pesar de su gran posición social, destaca porque rápidamente conecta con las personas, es una mujer muy empática, es una mujer inteligente, quizás no podrá dominar todos los temas pero tiene una gran habilidad para identificar talentos que la asesoren”, señala.
Su dedicación al trabajo era tal que era la primera persona en llegar a la compañía y la ultima en irse. “En tiempos de mucha prosperidad solía decir que ante una crisis, preferiría prescindir de su salario antes de despedir a alguien, sin embargo, en la realidad, frente a las sanciones del Departamento de Estado, muchos fueron despedidos bajo su visto bueno”, recuerda la fuente.
De somocistas y antisandinistas a aliados de Ortega y Murillo
Otra cosa que destaca de ella es que al momento de negociar con otras empresas, lograba obtener ventajas para DNP.
“Es una buena negociadora. Frente a otras petroleras siempre lograba alcanzar acuerdos que beneficiaban a la empresa del gobierno, sobre ella siempre peso la duda que si los resultados eran por méritos propios o en esas negociaciones sopesaban mucho la sombra de la figura a quien ella representaba y todo el alcance que ella podía tener a través del control que podía ejercer en gobierno a través del aparataje gubernamental”, indica.
¿Negociando con EEUU?
En este punto, la fuente asegura que ante “una posible negociación” con EEUU, ella es la persona idónea.
“Conoce de manera directa cómo funciona el poder dictatorial al cual representó, conoce y se ha sentado en múltiples ocasiones con las piezas claves que le han servicio al régimen para acumular la inmensa fortuna de los Ortega, de la cual buena parte de ella la tienen escondidas a través de múltiples empresas con testaferros. Ella es una pieza importante no solo para los Ortega si no también para todos los nicaragüenses, ya que posee en sus manos la información para hacer cambiar el destino del país”, considera.
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