¿Qué puede esperar Nicaragua de Cumbre de las Américas?

Estados Unidos finalmente confirmó que no invitará a Nicaragua, Cuba y Venezuela a la IX edición de la Cumbre de las Américas, que se lleva a cabo a partir de este lunes, 6 de junio, en Los Ángeles, EEUU.

De esta manera, los tres países dirigidos por los íntimos amigos de izquierda, Miguel Díaz Canel, Nicolás Maduro y Daniel Ortega, quedan excluidos del diálogo más importante a nivel regional entre gobiernos de toda américa, aunque el mandatario nicaragüense había dicho con anterioridad que no asistiría así fuera invitado.

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La participación de estos tres países pudo ser de forma negativa para su ideología, ya que la mayoría de los participantes han criticado sus formas represivas y limitantes de derechos humanos, a través de las cuales se mantienen en el poder, ya que además de los políticos, que son los que están en el ojo de toda la cumbre, también se invitan a organizaciones diplomáticas como la Organización de Estados Americanos (OEA).

La Cumbre de las Américas, tiene entre sus objetivos permitir espacios de propuestas y acuerdos entre los países para que haya mejores relaciones. De estos encuentros, en el año 2001 fue donde se mencionó por primera vez la Carta Democrática Interamericana, que fue aprobada más tarde ese mismo año, y mediante la cual, Nicaragua pudo ser expulsada de la OEA si no hubiera roto sus relaciones con la organización de forma abrupta y sin respetar los estatutos de la misma.

Los gestos hacia Nicaragua

Entre los movimientos y organizaciones invitados a participar en la Cumbre de las Américas hay muchos que se dedican a la defensa de los derechos humanos, y a pesar que no esté Nicaragua entre los países asistentes, podría haber gestos de solidaridad hacia la situación de nacional, expresó en una entrevista con Confidencial la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.

“Creo que (los grupos de derechos humanos) vamos a tener expresiones de solidaridad, pero me parece que va a ser más la expresión individual de los gobiernos”, mencionó.

Por otro lado, la oposición nicaragüense no tiene grandes expectativas sobre lo que pueda pasar entorno a Nicaragua en esta edición de la Cumbre de las Américas, principalmente porque este año, el desarrollo de la Cumbre está marcado con la exclusión de este país, expresa la opositora Ana Quirós.

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“Nuestras expectativas son moderadas, en el sentido de que no creemos que vaya a haber grandes declaraciones sobre la situación de Nicaragua. E incluso es posible que no aparezca en la declaración final de la Cumbre, puesto que muchas veces, lo que más se ve son los temas de carácter económico y comercial, y temas como derechos humanos y gobernabilidad, no son prioritarios”, señala Quirós.

Por lo tanto, la oposición nicaragüense tiene fijada la mira en qué tanto apoyo político reciba por parte de la región con respecto al respeto de derechos humanos en el país, el cese al acoso y hostigamiento a opositores y la liberación de los presos políticos.

La declaración final de la Cumbre

La declaración final o plan de acción de la Cumbre de las Américas, es un documento que se publica, en el cual, se plasman los acuerdos, resultados y compromisos a los que llegan los diferentes jefes de Estado que participan en dicha reunión.

En este documento se establecen todas las acciones que suscriben los países participantes, y por lo general se emite al finalizar el evento.

Para Chinchilla las expectativas de lo que se pueda alcanzar en esta resolución son bastante bajas, desde el punto de vista que, además de los temas de migración, acerca de las políticas que ha implementado o planea implementar Estados Unidos, no hay mucho más que hablar, además de la exclusión de los tres países bajo dictadura de la región americana.

“Las expectativas están tan bajas que yo creo que no se espera mucho. Es muy probable que haya de nuevo una declaración en los temas de migración. Ojalá que no sea más que una declaración retórica; ojalá que podamos ver la convergencia de mecanismos que garanticen movimientos migratorios más ordenados y más apegados a los derechos humanos, y una agenda que acompañe a estos problemas porque si seguimos tratando la migración como la movilidad forzada de personas muy poco va a cambiar en nuestra región”, dijo.