En las últimas semanas los femicidios han acaparado los espacios de noticia en los medios de comunicación. Hasta la fecha el organismo Católicas por el derecho a decidir reporta 28 femicidios,uUna situación que para las feministas es alarmante por el machismo arraigado en la sociedad nicaragüense.
La última víctima de femicidio que cuenta en la lista del organismos feminista es Karen Montserrat Blandón, quien se encontraba amamantando a su bebé de seis meses, cuando su excónyuge Caleb Rocha Tercero, llegó y le disparó en el cuello y luego se dio a la fuga.
Femicidios premeditados con saña y crueldad
Para la feminista María Teresa Blandón, la situación es alarmante, pues no debería haber ni una sola muerte por razones de género o de poder. Sin embargo se van incrementando año con año.
“Se va aumentando el nivel saña y de crueldad con la que los femicidas asesina a sus víctimas y necesitamos un abordaje más integral respecto a este tipo de asesinatos, porque no se trata de asesinatos fortuitos, no se trata de asesinatos casuales que ocurren en el marco de otros conflictos como de robos, sino que son asesinatos premeditados”, manifestó.
Blandón dice que los femicidios no pueden ser tratados como cualquier asesinato, pues los asesinos planifican con antelación la acción y que las víctimas sufren violencia durante la convivencia con los agresores hasta llegar a la tragedia final.
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“Quienes asesinan son hombres que en la mayoría de los casos planifican con antelación ese asesinato, es decir, matan a las mujeres con las que viven, con las que vivían o con las que quieren seguir viviendo. Mujeres que han sufrido mucha violencia antes de ser asesinadas”, explicó.
La feminista dice que en la manera en como las asesinan, hay una demostración de poder sobre la vida de las mujeres, un lenguaje en el que el agresor habla a través de ese asesinato y dice: “tu vida no vale nada, soy dueño de tu vida y yo te la puedo quitar y este asesinato es una forma de castigarte porque no hiciste lo que yo quiero, porque no te sometiste a mis caprichos, a mi exigencias, a mis demandas”, lo cual Blandón cataloga como “una demostración extrema y brutal de machismo”.
El gran culpable es el machismo arraigado en la sociedad
Ese machismo, según Blandón, está arraigado en la sociedad y vivo en todas las estructuras sociales, iniciando en la familia hasta llegar al mismo Estado.
“Es un machismo que se enseña y que se aprende en todos lados, en las escuelas, en la calle, en las familias, hasta en las iglesias y por supuesto se aprende en las instituciones públicas”, subraya.
Comenta que estos asesinatos seguirán ocurriendo sin poder evitarlos mientras no haya un cambio en la sociedad respecto a cuál es el papel que le asignan a los hombres y a las mujeres; si no hay una crítica a los abusos de poder que cometen muchos hombres y si no se genera una transformación de los mensajes que le piden a las mujeres como: comportarse, callarse, aguantar, soportar malos tratos y justificar a los agresores.
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“Y en esa tolerancia social a la violencia, está una de las causas más graves y ahí hombres y mujeres tenemos que hacer algo para enfrentarlo, pero también tiene que cambiar el estado, porque cuando el estado no tiene buenas leyes o tiene buenas leyes y no las aplica o hay una discrecionalidad en el uso de la ley, pues efectivamente hay agresores que se van a sentir protegidos por el propio estado y van a seguir cometiendo este tipo de delitos”, agrega.
Se debe generar un gran cambio social
María Teresa Blandón expresa que tiene que haber un cambio en el conjunto social y el Estado para no tolerar esas formas de violencia machista y ninguna otra, pues además de la violencia que los hombres establecen contra las mujeres, también está la establecida contra las niñas y niños.
“Hay que ser intolerante a cualquier forma de violencia y tenemos que reeducarnos como sociedad en valores de respeto. Reconocer lo que siempre hemos dicho las organizaciones feministas. El mundo está cambiando, las mujeres no son un apéndice del hombre, no nacimos para servir a los hombres. Las mujeres tienen derecho a decidir cómo quieren vivir su vida, con quien quieren vivir y los hombres están obligados a respetar esa realidad”, refiere.
En el caso de Karen Montserrat Blandón Blend, la Policía continúa en la búsqueda de su asesino, quien tras cometer el femicidio cobardemente huyó. El malhechor de 24 años ya había amenazado a su víctima y le advirtió que si no regresaba con él le quitaría la vida y desafortunadamente así lo hizo este martes 5 de julio sin que nadie pudiera hacer nada.
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