A finales de la semana recién pasada, Eduardo Sacasa y su esposa Marina Argüello, dieron a conocer públicamente que dejarían la administración del Zoológico Nacional y que esta pasaría a manos del Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA). Estuvieron durante 25 años.
Fueron 25 años de dedicación y entrega a los animales, pero afirman que tomaron la decisión por problemas de salud, lo que no les permite continuar al frente del proyecto.
«Impunidad total»: analistas observan con preocupación acciones del régimen de Nicaragua
Para la pareja tomar la decisión de retirarse y tener que despedirse de los animales con los que han convivido, es una situación muy difícil y muestra de ello es la emotiva despedida de Eduardo Sacasa con Pipo el chimpancé.
“Vengo a despedirme de vos, yo ya me voy a ir”, le dice don Eduardo con voz quebrada y entre abrazos y caricias, a uno de los primates que estuvo bajo su protección durante muchos años.
“Te portas bien cuando no estemos nosotros”
“Y por tanto tiempo que estuvimos juntos, ahora ya vengo a despedirme de vos… ya tengo que irme, ya estamos cansados Marina y yo”, le dice al chimpancé mientras ambos se acarician y abrazan. “Te portas bien cuando no estemos nosotros”, le habla tal como se hace con un niño que se tiene que dejar bajo el cuido de otro. «Vamos a hablar para que siempre te den cariño… No sabés qué pesar me da dejarte… Me duele mucho dejarte ”, le dice con mucha melancolía.
“Él vino de un zoológico de La Habana, Cuba, tenía apenas once meses de edad y ahora ya anda por los 38 años, lo conocí en 1997 cuando asumimos el manejo del Zoológico, desde ese día que nos vimos hicimos como una buena química y me fui ganando su cariño y su amistad”, explica don Eduardo en un video de Facebook.
Relata que este tipo de animales son muy fuertes y que aún con la fuerza de 5 hombres es bastante difícil dominarlos. Sin embargo, Pipo es muy agradecido con aquellos que le quieren y le cuidan. Relata que un accidente que el animal sufrió en su jaula, le originó problemas en su ojo derecho, así como otras afectaciones físicas en su rostro. La lesión que sufrió el animal hizo que se volviera agresivo.
Juicio a sacerdotes, laicos y seminaristas iniciará en diciembre
Otro accidente producto de la imprudencia
Con el paso de los años y al estar en una jaula más grande, sufrió otro accidente cuando jóvenes de un colegio le pasaron una mochila en la que iba una navaja, la cuál Pipo sacó y sufrió heridas en sus piernas. Posterior a ello fue remitido a cirugía y pese a su inquietud, logró recuperarse.
“Hoy me tocó lo más duro, lo más triste, despedirme de él, pero con un gran dolor en mi corazón, con lágrimas en mis ojos, solo espero que así como lo cuidamos por 25 años, dándole mucho cariño, mucho amor, mimándolo como un hijo, sólo espero que los nuevos que estarán a cargo del zoológico, lo sigan haciendo”, se despide Sacasa.
You must be logged in to post a comment Login