A partir de este 29 de octubre más de 100 mil trabajadores públicos comenzarán a recibir el ajuste del salario mínimo que la dictadura anunció a mediados de este mes.
Se trata de más de 132 mil empleados de la administración sandinista que cobrarán un incremento superior al del resto de los empleados públicos.
El monto actual pasará de las actuales 8.334,52 córdobas (227,6 dólares) a 8.999,6 córdobas (245,7 dólares); es decir un 7,98 % más desde este miércoles. Mientras que el ajuste para el resto será del 4 %.
La dictadora Rosario Murillo, en su acostumbrado mensaje diario por medios del régimen, dijo que los primeros en recibir el incremento son los del Ministerio de Salud (Minsa); este jueves, 30 de octubre, lo recibirán los del Ministerio de Educación y a partir del viernes, 31 de octubre, el resto de los que laboran para las demas instituciones del Estado.
En Nicaragua, el salario promedio de los trabajadores públicos es de 15.031,5 córdobas, unos 410,4 dólares. Con el ajuste pasará a 15.632,8 córdobas, una subida de 16,4 dólares para quedar en 426,8 dólares, siempre con las cifras oficiales del régimen sandinista, aunque este no es para el salario mínino, sino para quienes están más arriba del escalafón público.
Marco Aurelio Peña: En Nicaragua hay un crecimiento económico sin desarrollo
Ajuste salarial no paga la canasta básica
El pasado mes de agosto, el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) informó que el precio de la canasta básica era de 20.598,97 córdobas; es decir, 557.81 dólares estadounidenses, por lo que ambos incrementos salariales no compensan el costo total de los productos esenciales que necesita una familia nicaragüense para subsistir.
Cuando Murillo anunció el ajuste el 13 de octubre, una ciudadana se quejó con Nicaragua Investiga por el alto costo de los alimentos, los servicios como la electricidad y las dificultades para tomar el transporte público en Managua.
«Son absurdos los números porque aquí la comida está cara, cara, la luz también; son una vulgaridad y eso sin contar si tienes a los niños en escuela privada», comentó. También dijo que ese incremento alcanzaría para comprar a lo sumo cuatro libras de pollo, cancelar las tarifas del agua o adquirir tres libras de carne, aunque sostuvo que para quienes lo reciben es una ayuda porque antes no tenían ese monto en sus cuentas.
En entrevista con este medio, el economista y abogado en el exilio, Marco Aurelio Peña, afirmó recientemente que pese al crecimiento económico del país y los índices macroeconómicos favorables, Nicaragua era un país que a pesar de estas cifras no tenía desarrollo ni productividad.
Habló de que en la nación vive una «economía del malestar», que se traduce en que pese al crecimiento positivo los salarios son bajos, mientras que los alimentos son caros, así como algunos servicios públicos, mientras que los números del sandinismo muestran una desaceleración pese a las cifras en verde.
Periodista Nicaragua Investiga



































