La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó su informa «Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2025», en el que advirtió de un menor crecimiento en la región desde el año 2022.
Sus estimaciones para 2026, en el caso de Nicaragua, es que la economía, en términos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), crezca hasta el 3,4 %, por debajo de Costa Rica (3,9%), Honduras (3,9%), Guatemala (3,8%), Panamá (3,7%) y República Dominicana (3,9%), aunque igual que El Salvador (3,4%).
«En términos subregionales, tanto en América del Sur como en Centroamérica se observa una desaceleración en las tasas de crecimiento económico a partir del segundo semestre de 2022, cuando las tasas convergen en torno al 2,5% y el 3%, respectivamente», dice el documento que se hizo público este martes 16 de diciembre.
Mencionan que en el año 2025 el consumo privado en los 33 países analizados, experimentó un crecimiento menor al del año 2024.
«Esta evolución se tradujo en una reducción de 0,6 puntos porcentuales en el crecimiento de esta variable entre 2024 y 2025, que pasó de un crecimiento promedio del 3,0% al 2,4%. Pese al menor dinamismo, el consumo privado continúa siendo el componente del gasto que más contribuye a determinar el PIB», explicó la Cepal.
Tanto en América del Sur como en Centroamérica el principal motor del crecimiento es el consumo y la demanda interna. Y aunque en la primera subregión se dio una mayor inversión privada, en los países centroamericanos ha habido una disminución.
Más remesas y crédito en Nicaragua
«A nivel de país, en el Brasil, México y la República Dominicana se observó una desaceleración del consumo privado y de la formación bruta de capital fijo, lo que refleja el menor dinamismo de la demanda agregada interna, en algunos casos, fundamentalmente inducido por tasas de interés reales aún elevadas y un menor crecimiento de la masa salarial», señala la Cepal.
De El Salvador y Nicaragua destacan que pese a los escenarios adversos o de crecimiento desacelerado, hubo un crecimiento en los flujos de remesas y un mayor acceso al crédito, lo que definieron como una muestra de «resiliencia».
Aunque este año se dio un crecimiento del sector primario, en Centroamérica el aporte fue mayor al que mantuvo Suramérica, mientras que en el sector servicios también se dio un declive, en especial, por una caída en los ingresos por turismo.
«El sector industrial tuvo un comportamiento diferenciado entre ambas subregiones y, mientras que su contribución se incrementó en 2025 en las economías del sur, en las de Centroamérica se redujo. A pesar de la dinámica mencionada, la contribución de este sector al crecimiento del valor agregado en Centroamérica es mayor que la observada en América del Sur», agregó la Cepal por el crecimiento en cuanto a sectores.
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Más exportaciones agrícolas y mineras
También dijeron que las exportaciones de productos agrícolas fueron un factor clave en Nicaragua, especialmente por el café, lo que va en sintonía con los datos del Banco Central de Nicaragua y los voceros del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio del régimen sandinista.
Otro sector que experimentó un alza en Nicaragua fue la minería, en contraste con los demás países de la región.
«La minería exhibió comportamientos divergentes, con avances en el Brasil y Nicaragua, pero retrocesos en Colombia, mientras que los servicios mantuvieron un dinamismo favorable en varios países, especialmente en México, Colombia, Panamá y la República Dominicana, impulsados por las actividades financieras, el transporte, las comunicaciones y el turismo».
La Cepal alertó que los riesgos externos por las políticas de Estados Unidos también incidirían en un menor crecimiento en América Latina y el Caribe para 2026, en especial por «la postura de la política monetaria en los Estados Unidos, que ha sido más expansiva, y los posibles cambios en la política económica y comercial de este país».
Periodista Nicaragua Investiga
