Adquirir una vivienda por medio de un crédito es un paso importante ya que se trata de un financiamiento a largo plazo, pero los expertos en el tema desde siempre han insistido en que no hay mejor inversión que en algo propio. Sin embargo, esta es una alternativa a la que no tienen acceso todas las personas debido a que no logran cumplir con todos los requisitos establecidos por los bancos.
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Gisella Canales, directora de la plataforma de educación financiera y economía Dele Peso a sus Pesos, reconoce que en general en América Latina distintos estudios han demostrado que adquirir una vivienda depende en gran medida de acceso a un crédito hipotecario y a estímulos estatales que lo faciliten. Sin embargo, en Nicaragua existe la particularidad de que informalidad de la economía es altísima, “lo que dificulta que la mayoría de la población pueda tener acceso a un crédito hipotecario para comprar una casa”.
Al ser un problema que no se resuelve al corto ni mediano plazo, y que exige buscar otro tipo de alternativas, los bancos han puesto en marcha ciertas flexibilidades para que, por ejemplo, el segmento de comerciantes o quienes reciben remesas, puedan acceder a un financiamiento, comparte la experta. El problema es que, para acceder a estos, siempre se requiere de la comprobación de ingresos que es lo más difícil por la informalidad.
¿Cuáles son los requisitos?
Las diferentes entidades bancarias del país ofrecen créditos para la adquisición, construcción, remodelación de viviendas, o compra de lotes, aunque los requisitos varían entre sí. Entre los más comunes que solicitan los bancos para otorgar créditos hipotecarios se encuentra la extensión de una constancia salarial, tener un mínimo de seis meses de continuidad laboral, colilla del INSS (seguro social), presentar estados de cuenta del último semestre, y tener ingresos mínimos de US$500 y en el caso de viviendas sociales se debe ganar al menos C$12,000, por otro lado Lafise mantiene en su página web que sean de US$1,500 (estos pueden ser mancomunados). Cifras elevadas para un país cuyo salario mínimo ronda los 181.5 dólares.
En el caso de negocios propios deben tener 18 meses en la actividad actual y presentar estados de cuenta del último semestre. En el caso de nicaragüenses que residen en el extranjero, se les requiere los últimos 3 años de declaración de impuestos (income tax) y colillas del W2.
Canales destaca que no se puede perder de vista que los requisitos para acceder a financiamiento no depende únicamente de los bancos “sino que son normas establecidas por el ente regulador mediante las normativas de riesgo crediticio, que indica qué se debe solicitar a quienes solicitan créditos para disminuir el riesgo, pues algo que no podemos olvidar nunca es que esos créditos en gran parte se financian con el dinero de los depositantes y siempre los bancos deben proteger el dinero de los depositantes”.
Tras tres años consecutivos de crisis económica, los bancos han sido cautelosos con el otorgamiento de créditos y han aumentado las tasas de intereses. Tanto así, que durante el año 2020 únicamente mil casas fueron construidas, cuando en sus mejores años previo 2018 llegaban a construirse alrededor de 6 mil casas anuales. De hecho, no fue sino hasta el pasado mes de octubre que la banca privada reactivó sus líneas de crédito para la compra de viviendas.
Esperan alza en construcciones y acceso a créditos
Este próximo 6 y 7 de marzo, la Cámara de Urbanizadores de Nicaragua (CADUR) ha anunciado la realización de una “Feria de la Vivienda EXPOCASA”, en la cual ofertarán miles de viviendas desde 18 mil hasta 400 mil dólares. En esta estarán participando más de 50 proyectos urbanísticos y a la par estarán los cinco bancos privados del país con financiamiento disponible.
Félix Baltodano, presidente de CADUR, alegó que los empresarios del sector urbanizador tienen las proyecciones de crecer en un 300% de este año, al considerar que la compra de una casa sigue siendo la mejor inversión, para una familia y con el paso del tiempo aumentan de valor.
“Hemos visto que la casa durante la pandemia del coronavirus ha sido un lugar de protección y siempre será tu mejor inversión, porque pasar rentando una casa es complicado, el dinero que se invierte no se recupera, hoy sigue siendo un buen momento, para adquirir este patrimonio los precios están estables y el estado sigue ofreciendo un bono a la prima a través de Instituto de la Vivienda Urbana y Rural” aseguró Baltodano.
Los agremiados de la Cámara esperan positivamente cumplir con la meta fijada este año de construir entre 3 mil y 4 mil viviendas a lo largo del territorio, lo cual continúa generando escepticismo debido a la considerable caída que ha tenido el sector construcción.
Para Canales, esta meta es positiva “por el empleo que genera la construcción”, destacando que es posible por la reactivación del crédito por parte de la banca. Sin embargo, la experta reconoce “que aún queda mucho trabajo para reactivarse y, sobre todo, para responder al déficit habitacional que se estima crece cada año en 20 mil viviendas”.
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